Con su voz algo extenuada por la presión permanente que ejercen los militares de Honduras sobre la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se refugia, el presidente depuesto de ese país Manuel Zelaya habló este miércoles con Radio 2 sobre el estado en que se encuentra desde que decidió volver a su tierra. Y reconoció que teme por su vida y la de quienes lo acompañan en ese edificio sitiado.