Hace 34 años que la Argentina extraña a Alberto Olmedo. Un día como hoy, el talentoso actor de la eterna sonrisa fallecía en Mar del Plata tras caer del piso 11 de uno de los departamentos del edificio Maral 39.

Sin embargo, el recuerdo de su humor sigue vigente en aquellos que pudieron disfrutarlo y en las nuevas generaciones que lo descubren. Como legado quedan en la memoria "El capitán Piluso", "No toca Botón" y tantos otros éxitos, que el público continúa extrañando.

Alberto Olmedo nació el 24 de agosto de 1933, en la ciudad de Rosario, en Santa Fe. Se crió en un conventillo con su madre, de quien adoptó el apellido, ya que su padre los abandonó cuando él era pequeño.

Sus comienzos en el teatro de La comedia de Rosario hicieron que el humorista se trasladara a Buenos Aires, donde encontró un lugar en Canal 7.

Después llegaron los éxitos junto a las mujeres más hermosas del país y, mientras Olmedo hacía temporada en Mar del Plata con el espectáculo "Éramos tan pobres", una madrugada encontró la muerte al caer desde un balcón. Desde el trágico 5 de marzo de 1988 aún se lo sigue recordando.

El peor día para los fanáticos de su humor

La noche del 5 de marzo de 1988, se había encontrado en dicho lugar con Nancy Herrera, su gran amor, ese que le había roto el corazón un año antes. Supuestamente, esta vez, iban a volver definitivamente. Cuando llegó al departamento ella lo estaba esperando y le había dejado mensaje en el espejo: "Te amo", decía.

Todo iba bien hasta que de repente, el capocómico se vio montado en la baranda del balcón con una pierna de cada lado, al grito de: "¡Me caigo, mamita, me caigo! ¡Agarráme la pierna! ¡Agarráme la pierna!".

"¡Yo te agarro, papito, te agarro! ¡Pero no puedo, no puedo, no puedo!", le gritaba Nancy, pero mucho no podía hacer. Y Alberto terminó por caerse.

Los vecinos del piso 12 fueron testigos del hecho y eso fue lo que declararon a la Policía. El juez determinó que fue un accidente. Olmedo cayó en el jardín del edificio y su cuerpo rebotó hacia la vereda causándole la muerte en el acto. 

La principal hipótesis sobre su muerte fue que estaba bajo los efectos del alcohol y estupefacientes, y que, jugando, se subió peligrosamente sobre la baranda del balcón y al perder el equilibrio cayó hacia el lado de afuera.

Las instantáneas de ese día

Una de las personas que fue la primera en fotografiar el momento de gritos, pedidos de ayuda y llanto, fue Oscar Etchart, oriundo de Mar del Plata quien estaba probando su cámara de fotografía Pentac MF 70200 con tan sólo 21 años.

"Había un taxi estacionado y cuando lo paso veo un bulto tirado en el piso y me acerqué. Lo reconocí enseguida. Me quedé inmovilizado, porque Olmedo era lo más destacado en el mundo del espectáculo. Prendías la televisión y él estaba ahí. Justo el día antes lo había visto, le había sacado una foto con una chica. Dos chicos, que estaban haciendo footing en la costa, intentaron hacerle los primeros auxilios", dijo Oscar en una entrevista con La Nación. 

El amor por Rosario Central 

 Una de las tantas veces en las que el Negro hizo referencia a los clubes más grandes de sus pagos fue hace 30 años, durante el sketch "Álvarez y Borges", que protagonizaba con Javier Portales. River venía de ganarle 3-2 a Boca en el Monumental, pero el rosarino se encargó de citar a su querido Rosario Central y no se olvidó de Newell's, con su humor característico.

"Soy hincha de Central, pero tengo mi corazón en Newell's", confesaba Olmedo, quien tenía cierto cariño -más allá de la rivalidad- por la institución del Parque Independencia, en la que había practicado gimnasia cuando era pequeño. "De ahí mi amor por ese club", explicaba.

Pero después, se mudó a Alberdi, tradicional barrio canalla, y se originó su fanatismo: "La cancha de Central siempre me atrajo".