Las autoridades de Houston están investigando las posibles causas de la avalancha que se produjo el viernes por la noche en medio del concierto del rapero Travis Scott, en el que al menos ocho personas murieron y decenas se quedaron atrapadas sin poder moverse ni respirar.
Una de las hipótesis que están barajando las autoridades es la posibilidad de que alguien empezara a inyectar drogas a los otros espectadores, una teoría que estuvo circulando por redes sociales y que mencionó este sábado el jefe de Policía de Houston, Troy Finner, durante una rueda de prensa.
Finner reveló que, en las últimas horas, había recibido información sobre un agente de seguridad que intentó inmovilizar a alguien durante al concierto y recibió un "pinchazo" en el cuello. Ese agente perdió el conocimiento y, para recobrarlo, tuvo que recibir un fármaco llamado Naloxona, el cual sirve para revertir rápidamente sobredosis de opioides.
Las autoridades locales apenas ofrecieron más detalles, pero ante la insistencia de los periodistas, el jefe de bomberos de Houston, Sam Peña, explicó que el personal médico que estaba en el concierto tuvo que administrar "varias" dosis de Naloxona, sin dar un número exacto.
Finner indicó que la investigación tiene carácter criminal y que están implicadas las unidades de homicidios y narcóticos del departamento de Policía de Houston.
Travis Scott dijo estar "devastado"
El rapero dijo estar "absolutamente devastado" por la tragedia. "Mis oraciones van hacia las familias y hacia aquellos impactados por lo que ocurrió en el festival Astroworld", escribió en un comunicado.
Además, los organizadores del festival Astroworld anunciaron mediante Twitter la cancelación del resto de conciertos y expresaron su voluntad de colaborar con la investigación.
Mientras tanto, las autoridades locales crearon un centro de reunificación familiar en un hotel para ayudar a quienes aún están buscando a sus seres queridos y, además, han establecido una línea telefónica de asistencia.
¿Cómo fue la tragedia en el recital?
El incidente se produjo cuando la multitud de aproximadamente 50.000 personas comenzó a "comprimirse hacia el frente del escenario" alrededor de las 21:15, dijo Peña. Esta situación provocó escenas de pánico entre los asistentes y peleas, con lo que se produjeron los primeros heridos.
"La gente empezó a caer, a quedar inconsciente, y eso generó más pánico", agregó el jefe de bomberos.
El concierto se suspendió después de que varias personas comenzaron a sufrir lesiones. Las autoridades trasladaron a 17 personas al hospital, 11 de ellas en paro cardíaco, apuntó Peña. Medios locales hablan de 300 heridos, muchos de los cuales fueron tratados en el mismo NRG Park, donde se habilitó un hospital de campaña.
Los promotores del festival tenían unidades médicas en el recinto, pero Peña contó que cuando comenzó la avalancha se vieron "rápidamente desbordadas" y tuvieron que pedir unas 50 ambulancias.
Entre la multitud había especialmente muchos jóvenes que habían acudido a ver a Scott, explicó en la rueda de prensa Lina Hidalgo, juez administrativa del condado Harris, donde está Houston. De hecho, entre los ocho fallecidos hay dos menores, de 14 y 16 años, así como dos personas de 21 años, otras dos de 23 y una de 27.
"Este es un artista que atrae a mucha gente joven, así que esto podría haber sido mucho peor", consideró Hidalgo. Una de las cosas que se están examinando, explicó la funcionaria, son los planes de seguridad que diseñaron los organizadores del festival. "Esos planes quizás no eran adecuados o quizás eran buenos pero no se siguieron", manifestó.