Fernando Botero, el pintor y escultor colombiano conocido por sus esculturas y cuadros de figuras voluptuosas, murió este viernes a los 91 años en Mónaco. Dejó en el mundo del arte su insigne marca personal y a continuación, sus obras más reconocidas en el mundo.

Sus obras marcaron momentos históricos como así también situaciones cotidianas. Cada vez que le preguntaban "¿quién no ha visto un gordo o una gorda de Botero?", el artista respondía y aclaraba: "Jamás he pintado una gorda, sino que mi obra persigue la sensualidad por medio del volumen".

Obispos muertos

 

Se trata de una obra que ironiza el poder detentado en la vida y la muerte como destino final que pulveriza ese poder. El pintor amontona una serie de cuerpos de obispos ataviados con sus vestiduras y atributos de poder, pero estos yacen como en una montaña, unos sobre los otros.

La camera degli sposi (homenaje a Andrea Mantegna II)

 

Otra de las obras más importantes de Fernando Botero es La camera degli sposi, que fue realizada para homenajear a Andrea Mantegna II. La presentó en el XI Salón Nacional de Artistas Colombianos en el año 1958.


 

Serie Boterosutra

 

Serie Boterosutra es otra de las obras más importantes de Botero; forma parte de una colección de arte erótico llamada Boterosutra. Fue una de sus más reconocidas a lo largo de su carrera porque aborda por primera vez en la historia del arte colombiano, la representación artística de la experiencia sexual entre los amantes

La serie está compuesta por unas 70 piezas de pequeño formato elaboradas en diferentes técnicas como dibujos a color, dibujos en blanco y negro, acuarelas y pinceladas. 

Las torturas de Abu Ghrabi

 

Fernando Botero, en el año 2005, realizó más de 70 lienzos que tenían el objetivo criticar la violencia del gobierno estadounidense en contra de Irak, cuando tuvieron lugar las lamentables torturas de Abu Ghraib.

No obstante, Botero comentó en aquel momento que "no siente que se trate de una posición política, sino de un gesto por liberar la indignación que tales noticias le causaron".

Las esculturas

 

A través de su estilo único, criticó a la sociedad, la política y la historia de Colombia y de América Latina, así como también abordó temas universales sobre la condición humana. 

El "boterismo" se expuso en importantes museos y galerías alrededor del mundo. A su vez, sus esculturas adornaron espacios públicos en ciudades como Madrid, Oviedo, La Coruña, Bogotá, Nueva York, y París, entre otras.

"Mujer con espejo", 1987. Calle Génova, Madrid

 

"El rapto de Europa", 1992. Aeropuerto Madrid Barajas

 

"La mano". Paseo de la Castellana, Madrid

 

"Gato". Rambla del Raval, Barcelona