Los carnavales oficiales de Rosario cierran este martes en el Parque Independencia la tercera jornada de celebración popular en “una ciudad que todos los días tiene malas noticias”, pero en la que los corsos “vienen a curar todo eso”, dijo la directora general de Gestión Territorial de la Secretaría de Cultura local, Valeria Aguiar.

"La evaluación es positiva, se vive con mucha alegría, con mucho disfrute, que es lo que las familias necesitan", dijo Aguiar y añadió a Télam: "Somos conscientes de lo que estamos atravesando, una ciudad que todos los días tiene malas noticias, y el carnaval viene a curar todo eso".

El festejo de carnaval se inició semanas atrás en diferentes espacios públicos y clubes de los barrios de Rosario, para concentrar desde el domingo y hasta esta noche la celebración oficial en el corsódromo del Parque Independencia.

“Es un ámbito seguro, tranquilo, amable, en el que las familias se sienten seguras y contenidas”, sostuvo Aguiar, quien explicó que además de las comparsas que participan del concurso oficial, se ofrece un espacio de museología con la historia de los corsos, otro de maquillaje, patio de comida y espacios destinado a las infancias.

Aguiar precisó, en ese sentido, que “propusimos un carnaval diferente, no solo un corsódromo, sino otras acciones que invitan a un paseo familiar, pensado para los chicos, para que salga la familia”.

El secretario de Cultural municipal, Dante Taparelli, sostuvo días atrás que “después de la pandemia, este es el primer carnaval” y destacó que “fue un enorme sacrificio para las comparsas levantarse e invertir dinero”.

“Cada una de las intervenciones que se hicieron en los barrios y clubes con motivo de esta festividad fueron un éxito. La actividad central marcará un hito y desde Cultura, con distintas acciones, apoyamos y potenciamos esta industria”, abundó el funcionario. Del concurso oficial participan seis comparsas, que se mostraron en el corsódromo las noches del domingo y el lunes, a la espera de la premiación de esta noche.

“La gente va a disfrutar el corsódromo, es como un símbolo del resurgimiento, porque resurgieron después de la pandemia, en la que la pasaron mal, porque tuvieron que transformarse en merenderos, en comedores y en asistentes de salud”, dijo Aguiar en relación a los integrantes de las murgas y comparsas.

“Y volver a pegar las lentejuelas, fabricar los parches para los bombos, es con muchísimo esfuerzo y lo lograron, hoy están brillando, compartiendo alegría”, completó la funcionaria de Cultura.