El hijo menor de Natacha Jaitt denunció a su tío, Ulises Jaitt. El joven de 19 años contó públicamente el calvario que vivió entre los 8 y los 16, denunciando violencia familiar.
“Siempre lo dejé bien parado, pero la verdad es otra. Desde que tengo ocho años, y sobre todo tras la muerte de mi mamá, cuando todo se derrumbó para él, fue muy violento conmigo”, relató Valentino Yospe en Puro Show (El Trece/El Tres).
El joven aclaró que su hermana no fue víctima directa de las supuestas agresiones de Ulises: “Nunca la tocó, porque era mujer y esa era su justificación. Yo fui quien sufrió la violencia física por parte de él”.
“Ella no estaba tan pendiente de lo que pasaba con Ulises. Tenía demasiadas cosas encima y no podía darme la atención que necesitaba. No la juzgo, porque pasaba por un momento muy difícil”, siguió.
Sobre esa línea, agregó: “Yo tenía que actuar como si él fuera el tío perfecto, como si fuera mi papá. Creía que la única forma de que yo me portara bien era la mano dura, y eso fue así hasta mis 16 años”.
El relato incluyó episodios de violencia extrema: “Al principio eran manotazos y zamarreos. Después me arrastraba por la casa, me pegaba con cinturones, me dejaba marcas y lesiones en la cara. Me encerraba en el baño y me golpeaba bajo el agua fría, me partía palos de escoba en la espalda. Llegué a estar dos semanas sin poder caminar”.
Tras la muerte de Natacha, vivió con su tío y su hermana. “Ella se convirtió en mi madre, pero no intervenía mucho en la situación y trataba de escapar de la violencia”, recordó.
Su vida comenzó a cambiar cuando ingresó a una escuela de la colectividad judía y empezó terapia psicológica. “Ahí abrí los ojos”, aseguró.
A los 16 años tomó la decisión de irse a vivir a un hogar y cortar definitivamente el vínculo. “Cuando intenté darle otra oportunidad y vi que nada había cambiado, entendí que si quería sacarlo de mi casa tenía que denunciarlo”, concluyó.