El actor argentino Ricardo Darín habló con Mario Pergolini sobre el revuelo que armó su comentario sobre el precio de una docena de empanadas. Invitado en Otro día perdido (El Trece, el Tres), Darín se refirió a la frase que se convirtió en un inesperado fenómeno viral y que desató debates en las redes sociales y la televisión.
El protagonista de la película El secreto de sus ojos contó que el origen del revuelo fue una simple y casual conversación matutina con su esposa, Florencia Bas. “Me preguntó si yo sabía cuánto costaba una docena de empanadas”, recordó Darín. Y si bien se trataba de una consulta puramente doméstica, indicó que la cifra revelada por Florencia lo hizo reflexionar sobre la situación económica del país.
“Me quedó clavado en la médula”, dijo el actor. Sin embargo, lo que para él era una simple reflexión que hizo pública, se viralizó después de que el ministro de Economía, Luis Caputo, le contestara: “Es un tipo que aprecio. Y, perdón por la sinceridad, pero me dio vergüencita ajena. Se quiso hacer el nacional y popular y dijo una estupidez que todavía lo están gastando en las redes”.
Darín admitió que al principio pensó que la reacción era “una gilada”, pero cuando el torrente de mensajes escaló, “no lo podía creer”.
Las redes sociales se inundaron con menciones y el impacto fue tan grande que la marca de empanadas a la que Darín cuestionó –que tiene un local a la vuelta de la casa del artista– experimentó un aumento del 25 por ciento en sus ventas.
“Jamás me envió ni una empanada de cortesía”, dijo, con ironía quien, finalmente, bromeó: “Mirá, si yo repito todas las cosas que me dice mi mujer, termino preso”.
Por último, pidió “cerrar” el asunto: “Se acabó el tema empanadas, olvidémonos, no digamos más la palabra empanada”.