Casi diez años después de comenzar su carrera solista, Noel Gallagher desembarcó en Rosario el último sábado. Tras colgar los guantes en Oasis, el principal compositor de la banda británica armó su grupo –High Flying Birds– y asumió el rol de frontman. El recital en Metropolitano –con pocos espacios libres– fue la primera de las dos fechas previstas para Argentina –la segunda es hoy, en el Luna Park– para mostrar las canciones de su tercer disco, Who built the moon?

La noche abrió con puntualidad a las 21 y el mismo orden que la placa: “Fort Knox” (gran prólogo para un disco, imbatible intro para un show), “Holy Mountain” y “Keep on Reaching”.

El tono “experimental” del disco (como el propio Noel lo define) tiñó de grooves y "vientos” el recital. Y si bien Who built mantuvo las (atávicas) referencias beatlescas, el cambio propuesto en el álbum fue carcomiendo desde el escenario parte de los registros sonoros de la poderosa banda que armó con su hermano Liam.

¿Es esto una novedad? No. El dato es que esa distancia marcada con la historia musical familiar y con sus dos discos anteriores sonó de maravillas en vivo.

Como en un rasti sónico, las por momentos once "piezas" de Noel Gallagher’s High Flying Birds se amalgamaron en función de los climas: fueron del glam rock al ambient y del pop a la “madchester” más electrónica y psicodélica. 

Diego de Bruno/ Prensa 221 Producciones


Al terceto inicial de temas siguieron “It’s A Beautiful World” (para el lucimiento del ex Oasis Gem Archer, apoyado en la solidez del bajista Russell Pritchard); “Dream on”  e “If I had a gun”.

El resto de la (enorme) banda  está integrada por  Mike Rowe (teclados), Jessica Greenfield (coros y teclados, Charlotte Marionneau (silbato, pandereta, ocasionales tijeras, palabras en francés y coros), Yseé (coros), Chris Sharrock (batería)  y una  sección de vientos conformada por saxo, trompeta y trombón.

"Me gustaría cantar una canción de una banda en la que solía tocar", anunció Noel antes de “Little by Little”. Entonces, llegó la primera letra coreada en masa y de principio a fin por un público que superaba los 25 años de base.

La cita textual a una de las bandas más poderosas de los ’90 fue el prólogo para el momento “intimista” en piano y voz que también incluyó una mención sin nombre “al gran futbolista que salió de Rosario”.

El clímax lo marcaría, un rato después, la versión a capela de “Live forever”.  “Cántela ustedes” –respondió Noel al pedido–. “Yo empiezo”. Y fue por el primer verso. 

Diego de Bruno/ Prensa 221 Producciones


La aparente calma de la seguidilla “Dead in the Water”–con una suerte de diálogo entre la guitarra acústica de Noel y el piano de Rowe–, “Supersonic” se cortó con la scremadelico Barrettiana “Be Careful What You Wish For”; tema que contó con el regreso de la banda e  Yseé al escenario.

“She Taught Me How to Fly” –dedicada a Blondie y que tuvo gestos de tijeras a mano alzada entre el público– dio pie a “Whatever” y “Half the World Away”.

A esta altura, el “olé olé, Noel Noel” asomaba cada vez que el escaso silencio entre tema y tema lo permitía. El anuncio de "Wonderwall" marcó otro estallido en el preludio del receso.

Los cuatro bises que cerraron la cuenta en una hora cuarenta y cinco de show comenzaron con “The right stuff”, marcado por una cautivante Yseé y un Archer otra vez intratable. Sin dudas, uno de los puntos más altos del concierto.

“Go Let It Out”, “Don't Look Back in Anger” (ambas seguidas al grito de la letra) y el cover de The Beatles “All You Need Is Love” terminaron de coronar la noche. 

“Déjalo salir”, “no mires atrás con ira” y “todo lo que necesitas es amor” fueron las tres frases que cerraron el concierto de Noel Gallagher y sus pájaros de altísimo vuelo en Rosario.