Estoy enamorado de esto, de tocar en vivo, de hacer música. Cada cosa que pasa, cada logro que vivimos es, para mí, un agradecimiento pleno”. Trueno está del otro lado del teléfono, en un hueco entre otras entrevistas con medios de Rosario o quizás un ensayo, el almuerzo, escuchar un vinilo o las ganas de una siesta.

Son las 12.45 de un martes en Argentina y el rapero se prepara para el tramo final de la gira World Tour (Deluxe) que comenzó el último marzo en Chile, siguió por Bogotá, México, España, Perú y termina “en casa”.

“Es el broche de oro, el momento de cierre y el que estamos esperando desde que sacamos el disco”, confía a Rosario3.

Con ese envión, Trueno llega a la ciudad para subirse por segunda vez al escenario del Anfiteatro Municipal Humberto de Nito, Parque Urquiza, este viernes, desde las 21. El último show rosarino de Mateo Palacios Corazzina fue en otro parque, el Independencia, en el Festival Bandera 2024.

Este va a ser un show mío –aclara–. Tenía muchas ganas de tocar solo, con más tiempo. He ido a tocar y a competir al Anfiteatro, y es un lugar que se escucha muy bien y te ve todo el público”.

Trueno, en el concierto Red Bull Symphonic (@trueno)

En lo que va del año, Trueno edito El último baile (Deluxe) y  obtuvo una nominación al Grammy por esta placa, grabó con Gorillaz “The Manifiesto” y anunció que abrirá el tramo británico de la gira del grupo inglés en 2026, unió la cultura hip hop con una orquesta sinfónica en un teatro y lo editó bajo el título de Red Bull Symphonic, y ganó un Premio Konex, dos Gardel y un Grammy Latino.

—¿Qué balance hacés de este año tranquilo? 
—¿Eh?, para nada tranquilo (risas). Qué sé yo. Estoy enamorado de esto, de tocar en vivo, hacer música, cada cosa que pasa, cada “logro” que vivimos (las comillas son de Trueno) es para mí un agradecimiento pleno. Es lo que hago desde chiquitito. Hubo muchos highlights, por así decirlo, muchos momentos lindos de este año. Fue la gira más larga que hice y se vivieron un montón de cosas. Pero ahora viene el broche de oro, el momento de cierre, el que estamos esperando desde que sacamos el disco que es girarlo acá.

A días del concierto en la ciudad, el artista que llevó el hip hop y el rap argentino fronteras afuera indicó: “No quería perderme de un show propio en Rosario, quedarme con el capricho de hacer algo con El último baile,  porque el año que viene va a salir mi cuarto disco y soy muy cambiante en cada álbum. Estoy ahí, cerrando el concepto”.

De momento, el artista elige guardar los detalles de esa nueva placa. En tanto que respecto a la posibilidad de “repetir” el encuentro del rap con un ensamble de cuerdas y arreglos orquestales, tampoco hay fecha.

“Como proyecto, el concierto sinfónico fue algo completamente nuevo, tanto para Argentina como para nosotros”, abunda sobre el recital en el teatro Coliseo porteño del último septiembre, con una orquesta de más de 40 músicos y su banda.

En Argentina, el hip hop y el rap tienen inculcada la reivindicación y el respeto hacia otros géneros musicales, como el rock y el folklore.

—¿Cuál es momento de pensar una línea o una canción?
—Siempre. Es el ejercicio de hacer el trabajo doble: estar girando y grabando al mismo tiempo.

—¿Qué expectativas tenés y qué podés adelantar de la gira con Gorillaz?
–¿Expectativas? Altísimas. Voy a telonear a una de las mejores bandas en vivo. Obviamente, voy a tratar de llevar el mejor show de todos. Siento la responsabilidad de representar, de llevar la bandera, por así decirlo, a Gran Bretaña y a todo lo que toque. Es un público nuevo. Son demasiadas sensaciones al mismo tiempo, pero siempre con el fin de representar, esa responsabilidad linda que decía antes.

—Editaste El último baile en vinilo y vi entre tus últimas publicaciones uno de Naughty by Nature y otro de Coolio. ¿Cómo es tu relación con los discos?
—Últimamente, me volví más fan de los vinilos, entendiendo el cambio de audio y el valor en el tacto también. Tenés una conexión, por así decirlo. Me gusta levantarme, poner un vinilo y tener mi tocadiscos en mi casa. Me gusta la idea de que sigan saliendo vinilos.

23 años y parte de la historia


“Yo sé que parece poco tiempo, pero hace más de seis años que estoy tocando y girando”, apunta Trueno, en otro momento de la entrevista.

Y sigue: “Cada año que pasa, cada show, cada tema que grabo, cada artista que conozco, me enseñan un montón. En el medio, voy tratando de perfeccionar todas las técnicas, de adquirir conocimientos. Esto para mí es la vida, lo digo en general, no solo con la música. Trato de seguir aprendiendo todo el tiempo, de estar un pasito más arriba de lo hice antes o de quien era. La competencia es propia, ¿viste? Trato de hacer todo un poquito mejor y de disfrutarlo cada vez más”.

Canserbero es un poeta latinoamericano más allá del hip-hop. Para mí, es poesía pura.

—El rock argentino tiene su mito fundacional en “La balsa”. Para vos, ¿cuál es el del rap y qué lugar ocupas vos en el género?
—En Argentina, el hip hop y el rap tienen inculcada la reivindicación y el respeto hacia otros géneros musicales, como el rock y el folklore, sea con los samplers u otra cosa. Creo que todos los raperos argentinos supieron cómo homenajear eso en sus canciones. Es algo muy “nacional”.

—¿Qué tema ajeno te hubiera gustado componer y por qué?
—Mirá, por admiración y la escritura, cualquiera de Canserbero. Cualquiera. Me enseñó un montón. Este chabón es un poeta latinoamericano más allá del hip-hop. Para mí, es poesía pura… “Llovía”, “Es épico”, “Jeremías 17-5”. Cualquier tema de Can de los discos Vida o Muerte.

Siento que el click (en mi carrera) fue cuando empecé a hacer música, cuando saqué mi primer disco.

—Si bien en los recitales tenés un momento para la improvisación, ¿extrañás algo de las batallas, seguís entrenando?
—Entrenar, no. Hace poco estuve en la (batalla) Red Bull y vi a mis colegas, vi de vuelta el espectáculo y todo lo que pasa, pero es muy diferente a un show en vivo. Me encanta la adrenalina, lo que se genera ahí, la expectativa del público, la incertidumbre de no saber qué va a pasar. Por eso, aunque no sea competitivo, improviso y trato de mantener ese concepto en los shows. Al freestyle lo uso más para el estudio, para componer o tirar alguna melodía.

—¿En algún momento entendiste que tu carrera como artista pasaba a otro plano, que ya no había vuelta atrás?
—Siento que el click fue cuando empecé a hacer música, cuando saqué mi primer disco (Atrevido). Fue un paso arriesgado. Y cuando vi que funcionaba, que la gente lo adoptaba, que se sumaba público nuevo, dije: “Bueno, qué bien que salté hacia el otro lado y que pudimos tocar tierra firme”.

Las entradas para el recital de Trueno de este viernes, a las 21, en el Anfiteatro, pueden adquirirse a través del sistema tuentrada.com