El economista y especialista en China, Diego Marcos, explicó el rol del gigante asiático en la economía mundial y su impacto en Argentina. Marcos considera que China, un actor vital para la economía de Sudamérica, ya no puede "jugar el papel de escondido" en el escenario global, y su rápido crecimiento la convierte en una potencia conservadora y a favor del statu quo, mientras que Estados Unidos, creciendo más lento desde arriba, es la fuerza revolucionaria.
Agotado el potencial de crecimiento por inversión en infraestructura –según el análisis del economista rosarino–, China se enfoca totalmente en la tecnología, la innovación y la sustentabilidad. Esta necesidad de expansión fuera de sus fronteras, como se ve en África y América Latina, es una consecuencia directa de su capacidad ociosa, exceso de ahorro y know-how en capital.
Respecto a la posición de Argentina en esta competencia global, Marcos no tiene dudas y afirmó que la postura del país debe ser clara: relacionarse con todos. Desde una perspectiva filosófica pacifista –reflexionó el invitado– y por una cuestión de "amor propio" nacional, Argentina debe evitar la "genuflexión" hacia cualquiera de los contendientes geopolíticos y mantener una relación madura con ambos para promover “la libertad, la apertura comercial y la integración”. Profundizar en las implicancias de esta estrategia es esencial para entender el ajedrez geopolítico actual.
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