En este episodio abordamos la realidad de las personas con baja visión o ceguera. La importancia de los bastones distintivos (blanco, verde y blanco/rojo) y el crucial trabajo de rehabilitación del Centro Braille Rosario, una institución pública y gratuita con 77 años de trayectoria. La profesora Lilian Pasero y el médico Rubén Olivares explicaron que la pérdida de visión genera un duelo y un cambio radical que exige reaprender las actividades de la vida diaria. El centro de rehabilitación recibe a jóvenes y adultos desde los 14 años para devolverles la autonomía e independencia.

El médico Rubén Olivares detalló que la diabetes es la causa más frecuente de baja visión o ceguera. Sin embargo, la institución también detectó un aumento en la perdida de visión relacionado con secuelas por consumo problemático de sustancias y accidentes de tránsito. El consumo de cocaína, por ejemplo, puede provocar accidentes cerebrovasculares que dañan la corteza visual.

Pasero explicó que la rehabilitación aborda desde la orientación y movilidad en la calle —su área de trabajo— y en el hogar, hasta el uso de tecnología adaptada (celulares con TalkBack, computadoras con oralizadores). Las clases de orientación se realizan en la vía pública, un desafío en Rosario debido al mal estado de las veredas y la obstrucción de la línea de pared, por donde caminan las personas ciegas. A pesar de los problemas de infraestructura, la profesora destacó que la gente en la calle es mayormente amable y colaboradora.

La autonomía se puede recuperar, y con ella, la dignidad. El Centro Braille Rosario, en España 528, brinda este apoyo con jornadas de trabajo personalizadas que incluyen desde actividades manuales hasta comedor gratuito.