Una presunta célula que opera para Los Monos en los barrios Parque Casas y Empalme Graneros, conocida como “La banda del playón”, fue llevada a audiencia imputativa el pasado viernes en el Centro de Justicia Penal. El fiscal Diego Giro atribuyó a doce supuestos integrantes –algunos de ellos ya estaban presos– la comercialización minorista de droga y las disputas a tiros del territorio. Se sospecha que a la estructura la competencia le asesinó un hombre de 49 años el pasado mes en Solís al 400 bis, para luego “quemar” un búnker, que tiene una posible conexión con Los Menores.
Ante el juez Lisandro Artacho, el fiscal acusó por microtráfico a Catriel “Gordo” Lezcano (23), Sergio “Primo” Borda (28), Rodrigo Duarte (21), Miguel Segovia (22), Nadia Arquez (37), Facundo Delgado (19), Oscar “Rata” Lezcano (45), Érica Lemos (40), Marisabel Casas (40), Milton Junco (21), Luciano Oviedo (30) y Priscila Álvarez (19). Se destacó la participación de adolescentes no punibles para llevar adelante la actividad ilícita.
Salvo los casos de Facundo Delgado y Nadie Arquez, que recibieron la libertad sujeta a reglas de conducta durante el plazo de un año, el resto quedó en prisión preventiva efectiva hasta el próximo 4 de junio, de acuerdo a la resolución de Artacho.
La presunta organización está dividida en dos partes. Una es la denominada “Banda del playón” municipal de Bielsa y Magallanes, de Empalme Graneros. Está encabezada por Lemos, su pareja Oscar y su hijo Catriel Lezcano. También está constituida por Delgado, Arquez, Duarte, Segovia y menores de edad. La otra está conformada por Borda y su punto fuerte de venta está en inmediaciones de Casiano Casas y Blas Parera, donde están involucrados Casas, Junco, Álvarez y Oviedo.
Por las medidas investigativas realizadas se supone que al menos comercializan cocaína y marihuana desde diciembre del año pasado en esos barrios, tanto en la vía pública como en puntos de venta conocidos como búnkeres o bocas de expendio.
El fiscal Giro ponderó que las intervenciones telefónicas a los miembros de la presunta estructura dieron cuenta de que constantemente hablaban de “ir a la guerra” con otras organizaciones de su mismo barrio. En un audio, incluso, uno de los imputados señala que la competencia concretó el homicidio de Darío Víttori, un hombre de 49 años que fue acribillado en Solís al 400 bis, cerca de un kiosco de droga propio. El objetivo era claro: “quemar” un búnker, es decir, dejarlo obligatoriamente sin actividad a partir de un hecho de violencia.
Algunos de los ahora imputados como integrantes de la organización que está partida en dos líneas diferentes ya habían estado detenidos por procedimientos de calle de la Policía en el distrito norte y noroeste. Algunos habían caído con bochitas de cocaína o marihuana y otros con armas de fuego. Es por eso que algunos llegaron a esta audiencia presos por esos otros legajos.
La causa contra las dos células cobra especial relevancia incluso a partir de las estadísticas, ya que desde el 1º de julio del año pasado hasta la actualidad hubo 156 incidencias policiales en la zona de Bielsa al 6000, donde opera “La banda del playón”, un punto que se tornó caliente a partir de la violencia.