El joven de 26 años que en la madrugada del domingo resultó herido de muerte al cortarse con los vidrios de una ventana había intentado escapar de una habitación en la que lo habían encerrado sus familiares para evitar que siguiera consumiendo drogas, según confiaron fuentes policiales que trabajaron en la escena.

El trágico episodio, otro reflejo de un drama social extendido, ocurrió en Campbell al 3900, en una villa de emergencia conocida como El Cañaveral, en el extremo oeste de Rosario.

Allí, en una habitación levantada en el patio de una vivienda precaria, estaba Jonathan Godoy, a quien sus familiares mantenían bajo encierro porque se encontraba “exaltado” por la abstinencia derivada de su adicción a las drogas, de acuerdo con las fuentes consultadas. Incluso su madre, en un intento desesperado, había llegado a atarlo con una soga, según indicó una hermana del joven.

Ese cuarto, cerrado con llave, tenía un pequeño ventiluz por el que, alrededor de las 2, Godoy intentó escabullirse. El escape resultó fatal: se provocó un corte profundo en el cuello con los vidrios rotos. Un vocero judicial planteó esta hipótesis: “Pudo haber tenido una especie de brote por sus problemas de consumo, por lo que pudo arrojarse por la ventana”.

La situación fue desesperante. La ambulancia no llegaba y un vecino decidió trasladar al herido en su auto al Heca, donde ingresó prácticamente desangrado. Llegó sin signos vitales y poco después murió a causa de varios cortes profundos en la zona izquierda del cuello.

La investigación formal por la muerte de Godoy quedó en manos del fiscal Walter Jurado, que ordenó las medidas de rigor, como el relevamiento de la escena y autopsia.