Dos mujeres resultaron detenidas en las últimas horas de este miércoles bajo sospecha de extorsionar a un comerciante de barrio Ludueña. Las llamadas intimidantes comenzaron el pasado 14 de junio y los aprietes se hicieron invocando a “los Cantero”. Esta vez, no pidieron dinero sino electrodomésticos para dejar en paz al local.

La investigación tuvo métodos novedosos, como la introducción de un GPS oculto en un artefacto que los extorsionadores recibieron en una entrega controlada dos semanas atrás. 

La ubicación que aportó el dispositivo condujo a los investigadores, temprano en la mañana de este miércoles, a un domicilio de barrio Parque Casas, en la zona norte, donde la heladera y otros aparatos –una cocina, un horno eléctrico y dos tablets– que entregó el comerciante fueron hallados, consignaron fuentes judiciales y policiales. Además, secuestraron 31 cartuchos calibre 3.57  y 26 calibre 22.

Voceros de la causa dijeron a Rosario3 que a partir de la documentación hallada en esa vivienda de Herrera y Unión, que en ese momento se encontraba sin moradores, dieron con el nombre de una mujer. Además, hallaron una constancia del servicio penitenciario con el nombre de un recluso.

Como este miércoles era día de visita, los agentes de la brigada operativa de la AIC se dirigieron hasta la Unidad Penal Nº 16 de avenida de Las Palmeras al 3800 y, en la playa de estacionamiento observaron el Volkswagen Fox cuya patente coincidía con la documentación que encontraron en la vivienda.

El Fox en la Unidad Penal 16.

Los agentes quedaron a la espera de la mujer. Cuando se acercó al auto, la detuvieron. Fue identificada como Ivana Paola C., de 44 años, quien quedó a disposición del fiscal Pablo Socca, de la Unidad de Balaceras.

En tanto, otro procedimiento tuvo lugar en Lavardén al 2400, en Empalme Graneros. Allí la AIC detuvo a Karen Paola G., de 27, quien también quedó a disposición de Socca para ser imputada.

La presunción de los investigadores es que las mujeres respondían a los intereses de reclusos que pergeñaron las extorsiones, un aspecto de la investigación todavía a develar.  

“A los familiares y personas vinculadas con detenidos que participen de esta clase de maniobras digitadas desde la cárcel, ya sea yendo a buscar el dinero que exigen o prestando su nombre para las líneas telefónicas, u ocultado el dinero o los elementos obtenidos de la extorsión, la Fiscalía pedirá ante el juez la medida más gravosa que es la prisión preventiva”, advirtió el fiscal Socca.