La fiscal Agustina Eiris, quien imputó este miércoles a Andrés Frontera (38) y Pablo Ibáñez (30) –considerado inimputable según el dictamen de un médico forense– por el homicidio en ocasión de robo de Lucas Cicarelli, explicó que los dos involucrados quedaron bajo la órbita del Servicio Penitenciario, ya que en el caso de quien tiene problemas de salud mental deberá ser sometido a una junta médica forense para establecer si efectivamente no puede ser acusado. Al otro, el juez Fernando Sosa le dictó prisión preventiva efectiva por el plazo de ley.

“Los dos sindicados como autores ya fueron detenidos. Respecto de la cuestión de salud mental (de Pablo Ibáñez) esperamos los informes de la junta médica especial. Quedó con custodia bajo la órbita del Servicio Penitenciario. Por ahora, no puede declarar y no sabe qué fue lo que pasó”, enfatizó en conferencia de prensa. 

Eiris ponderó que a 72 horas del asesinato tiene determinado que, según Martina, novia de Lucas, testigo principal del caso, los dos sospechosos “ejercieron violencia” sobre Cicarelli y lo arrojaron por la barranca tras el robo de sus pertenencias. A Frontera la Policía lo detuvo con la mochila de la joven.

Valther, padre de Lucas, expresó estar conforme con la resolución del juez. “Me arruinaron la vida”, afirmó. 

Por su parte, Zulma, mamá del mozo del club Alemán, señaló: “La persona que tiene problemas mentales es ultraviolento. Su defensa decía que este año estuviera en una colonia de salud mental, pero ahora estaba en la calle y asesinó. Tiene que estar preso, con tratamiento psiquiátrico, porque ya demostró que es un asesino”.

Martina, la novia de Lucas, comentó que en septiembre Pablo I., hoy declarado inimputable, le había intentado robar la moto a la encargada del club Alemán, donde casualmente trabajaba junto con su pareja.