Ocho personas resultaron aprehendidas en allanamientos en barrio Nuevo Alberdi y Zona Cero, en el extremo norte de Rosario, en operativos donde personal de la Policía de Investigaciones (PDI) secuestró un arsenal y municiones de diversos calibres. El armamento incluye un poderoso fusil de asalto que pertenecería a una organización narcocriminal investigada por venta de drogas, amenazas y usurpaciones.
Según indicaron desde el Ministerio de Justicia y Seguridad, la causa está a cargo del fiscal provincial Ignacio Hueso, quien delegó la investigación en personal de Inteligencia de la PDI, a cargo de Claudio Scarafia. Los grupos tácticos irrumpieron en siete domicilios ubicados en Luzarriaga entre Vieytes y Floduardo Grandoli, Vieytes al 3400, Grandoli al 3400, dos domicilios de Servellera al 3900, Laguna al 2800 y Grandoli y pasaje Ortiz.
El armamento incautado –que fue exhibido por los investigadores– incluye un fusil de asalto automático calibre .223, otra arma de grueso calibre de caza con mira telescópica, dos pistolas nueve milímetros, dos escopetas, otras dos escopetas de disuasión (que funcionan con un mecanismo a gas y disparan postas de goma), dos revólveres, un chaleco balístico, un kit táctico Noctua Black Owl y centenares de municiones de distintos calibres.
Además, los policías dieron cuenta del secuestro de piedras de cocaína sin fraccionar y varios celulares que serán peritados.
Según trascendió, todo el armamento se encontraba en una vivienda de dos plantas ubicada en Grandoli y pasaje Ortiz.
La causa está vinculada con otros procedimientos realizados a comienzos de mes en el mismo barrio postergado del norte rosarino. En esa ocasión fueron detenidas dos mujeres que oficiaban de transeras del recluso Hernán Ramón “Lichi” Romero, un hombre con notoriedad en el territorio que fue detenido en la década pasada por liderar una organización criminal dedicada a un polirrubro delictivo. Posteriormente, en varias investigaciones, fiscales detectaron que continuaba activo aun tras las rejas.