Un grupo de fiscales comenzó este jueves con las imputaciones a once personas consideradas parte de una asociación ilícita a la que le atribuyen estar detrás de al menos cinco crímenes, unas 18 balaceras, robos, todo desde fines del año pasado y hasta marzo de este año.

La saga criminal, protagonizadas por reclusos y mano de obra callejera, se enmarca en una grieta entre internos que responden a la marca criminal Los Monos en el reparto de los negocios ilícitos de Rosario y la región, dijeron los acusadores de Unidad de Criminalidad Organizada.

La audiencia, signada por problemas técnicos y luego suspendida por el apagón, se retomará este viernes por la mañana y probablemente continúe la próxima semana. Diez de los imputados están conectados por Zoom.

Desde el penal federal de Rawson, Pablo Nicolás Camino, que está condenado por dos crímenes y sigue sumando acusaciones desde el encierro, fue imputado como jefe de la banda.

También Axel C., William Axel M., Tais F., Lucas C.; e Ignacio Axel Nahuel N. fueron los acusados esta jornada con distintos roles en la banda. A quienes se les suma una joven que llegó en libertad a la audiencia y un joven acusado de encubrimiento por no denunciar el robo de su auto con el que se cometieron dos crímenes.

Interno narco

 

La saga de violencia se inició a partir de una “escisión interna” en la sociedad de negocios ilícitos que regentea la primera línea de los Monos con Ariel “Guille” Cantero a la cabeza cuyo motivo aún no fue explicitado.

Camino, dijeron los fiscales, es uno de los referentes de un grupo actualmente alojado en la cárcel de Rawson. En noviembre empezó el “diálogo” de atentados con cartelería y homicidios entre su facción contra la encabezada por Leandro “Pollo” Vinardi y Damián “Toro” Escobar, alojados en la cárcel federal de Ezeiza y, a su vez, referentes de la barra brava de Newell’s.

En su carácter de jefe de un grupo de gatilleros al mejor postor, Camino que está fuera de la calle desde 2015 lo imputaron de instigar tres de los cinco asesinatos atribuidos a su banda.   

Como “organizadores” de su gavilla, en tanto, aparecen Carlos Olguín (32), detenido en la cárcel de Piñero desde 2020 tras ser detenido en su casa de barrio Tablada por robo de autopartes. Y Antonela Victoria “Gorda Anto” F., quien fue detenida en marzo tras una balacera (con mensaje incluido) en Dorrego y Presidente Quintana. En la audiencia se supo que una parte importante de la evidencia surgió del celular secuestrado a la Gorda Anto.

Los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra imputaron a Pablo Camino como instigador del crimen al voleo de Lorenzo “Jimi” Altamirano, acribillado frente al estadio de Newell’s el 1° de febrero, para “enviar un mensaje” a Vinardi y Escobar.

El peritaje de cámaras arrojó que el músico punk fue interceptado por autores aún desconocidos en 27 de Febrero e Iriondo. Allí dos homicidas bajaron de un Renault Sandero robado, forcejearon y lo subieron al auto. Jimi fue asesinado cinco minutos después. A las 22.48. En el Heca hallaron entre la ropa de Jimi un mensaje a los cabecillas de la barra de Newell’s Vinardi, Escobar y a Gerardo “Dibu” Gómez.

A Camino también lo acusaron de instigar la balacera a la subcomisaría 26ª de Villa Gobernador Gálvez, que también incluyó nota con mensaje a la facción contrario de Los Monos. Y de los asesinatos de Jorge Gustavo Maturano, el 20 de febrero en pasaje 1752 al 2000. Y de Pablo Sebastián Latorre, asesinado gratuitamente durante el velorio de Maturano en la cochería de Teniente Agneta al 1700. En ambos casos el objetivo de Camino, supuestamente, era matar a Tundo, un hijo de Maturano.

En el caso Maturano también fue acusada como partícipe primaria Antonela Fernández, quien según la fiscalía grabó la secuencia homicida y estaba acompañada de su hija menor de edad.

También los fiscales de Homicidios Adrián Spelta y Gisela Paolicelli imputaron –en distintos grados de participación– a Carlos Olguín; Tais Natividad F. y a Antonela F. de los asesinatos de Benjamín “Cámara” Echavarría y de Wilson Daniel Perdomo Silveira, esposo de la dueña del local de comidas rápidas Milton. Asesinatos del 1° y 3 de marzo cometidos con el mismo vehículo, un Renault Sandero robado el 28 de febrero. Vehículo cuyo propietario, en un giro impensado, era Leonel B., el novio de Tais F.

Leonel “Mosqui” B. terminó imputado por encubrimiento, ya que realizó la denuncia del robo del Sandero tres días después, lapso en que se cometieron los crímenes.

“Yo no sirvo para matar”   

 

Ambos homicidios poseen detalles escabrosos. Echavarría, según la investigación, era el novio de Antonela y fue parte de la banda criminal, pero tenía intenciones de abrirse. “Yo no sirvo para matar”, le había dicho a Antonela, que terminó imputada del crimen como coautura.

Echavarría fue asesinado a traición en Amenabar al 6200, justo enfrente de donde supo vivir Agustín “Tato” Leguizamón, un ex ladero de Camino a quien le dejaron un mensaje tildándolo de “sapo”.

La secuencia fue captada por cámaras de seguridad que muestran como Echavarría fue fusilado por la espalda por quienes lo acompañaban.

En el caso de Perdomo Silveira, el móvil aún no fue develado. Este hombre oriundo de Uruguay y sin una conexión clara con la trama criminal fue acribillado dentro de su camioneta en Vera Mujica y Pasaje Independencia. Los detalles de la investigación fueron interrumpidos cuando el apagón momentáneo de la tarde impidió la conexión por Zoom de los acusados.

El caso está atribuido a Antonela F. y a un prófugo con pedido de captura en calidad de partícipes necesarios ya que habrían facilitado el auto a los autores materiales.

En la mañana del viernes se prevé la exposición de tres fiscales de Balaceras Franco Carbone, Federico Rébola y Pablo Socca que, entre otros, casos desarrollarán el atentado al supermercado de la familia Rocuzzoel 2 de marzo.