Luego de una breve investigación, la Fiscalía acusó a un joven de 23 años, ex empleado de una verdulería de barrio Arroyito, de haber extorsionado a quien fuera su empleador mediante amenazas telefónicas tras ser despedido. En la misma audiencia, que se desarrolló el martes en el Centro de Justicia Penal, fueron imputados dos presuntos cómplices, de 22 y 31 años. El trámite judicial concluyó con prisión preventiva para dos de los involucrados por extorsión simple en grado de tentativa y libertad para el restante, ya que el juez rechazó la imputación en su contra.

La historia comenzó a principios de agosto, cuando un joven comerciante de Arroyito resolvió despedir a Nicolás “Porteño” L. (23), a quien había contratado seis meses antes para cargar mercadería en el Mercado de Concentración de Fisherton y descargarla en sus negocios. El empleo era informal y, según la versión del empleador, el despido se debió a que lo descubrió robando. Otro trabajador también fue echado por el mismo motivo, aunque no fue mencionado en la investigación penal.

A los pocos días del despido, desde el teléfono de su pareja, Porteño envió un mensaje a su ex jefe: “De alguna manera vamos a arreglar”. Era el 4 de agosto.

Al día siguiente, el verdulero recibió un llamado desde un número desconocido. Sin presentarse e intentando hacerse pasar por un tercero, Porteño le exigió dos millones de pesos. Bajo amenaza, le advirtió que, de no cumplir, lo iba a “cagar a tiros” y que, si se resistía, irían a buscar a su pareja, quien atiende otro local en el mismo barrio.

Ese número estaba a nombre de Axel G., amigo de Porteño. Los investigadores de la PDI lo identificaron rápidamente, ya que figuraba como amigo –la lista estaba abierta al público– del principal acusado en Facebook.

El hostigamiento continuó. Desde un tercer número, esta vez por WhatsApp, se reiteraron las amenazas de muerte y la advertencia de “hacer cerrar el local”. Además, enviaron un alias de Mercado Pago para el pago de los dos millones solicitados. El alias pertenecía a J. P. (33), el tercer imputado. Sin embargo, el juez Aldo Bilbao Benítez desestimó la acusación en su contra al no haber más pruebas que lo vincularan al hecho.

Con testimonios, intervenciones telefónicas y tareas de escritorio y de calle, la PDI ubicó a los sospechosos.

Porteño y J. P. fueron allanados el fin de semana en la zona noroeste conocida como Los Unidos, al oeste del Mercado de Fisherton, donde secuestraron celulares. Axel G., en tanto, se presentó en libertad a la audiencia, pero al momento de resolver el juez lo dejó detenido junto con Porteño por 90 días, y ordenó la inmediata libertad de J. P., titular de la cuenta de Mercado Pago.

Durante la audiencia, el fiscal Rébola sostuvo que el origen de las amenazas estuvo en el despido de Nicolás L., quien, dividiendo los roles con sus cómplices, ideó una secuencia extorsiva con fines de lucro indebido. No obstante, aclaró que, pese a las reiteradas intimidaciones, la víctima no realizó ningún pago.