El violento episodio ocurrido en la mañana del miércoles en Lavalle al 1700, donde emboscaron un auto de la familia Roccuzzo para llevarse ocho millones de pesos, generó un movimiento inusitado en la cuadra que va de Cochabamba a Pellegrini. Después de ocurrido el hecho, y hasta pasado el mediodía, el tránsito estuvo cortado y en la zona trabajaron una importante cantidad de agentes policiales. Pasado el mediodía, el operativo de seguridad terminó y la zona recuperó la calma habitual que aparenta tener. Pero los vecinos revelaron que los robos en la cuadra son frecuentes y no solo por arrebatos en la vía pública, sino que también dentro de las propiedades.
“Parece que es tranquilo, pero desde hace un tiempo se volvió invivible”, resumió a Rosario3, uno de los vecinos. De acuerdo a lo que explicaron, hay delincuentes que se aprovechan del tránsito fluído que hay por Lavalle, y la congestión que se genera por el semáforo de Pellegrini, para arrebatar celulares y cosas de valor a los automovilistas desprevenidos.
Pero eso no es todo, por la noche los delincuentes parecen trabajar con cierta tranquilidad en la zona. “Me reventaron la puerta del taller y me vaciaron el local. Se llevaron todas las herramientas, todavía no me pude reponer”, contó un comerciante de la cuadra.
Después del robo, el hombre tuvo que reforzar con una barra metálica la puerta y agregó candados. Así y todo, reconoció que vive intranquilo bajo la amenaza de que vuelvan a entrar. “Casi no duermo de noche, incluso hay veces que vengo y me doy una vuelta para ver si está todo bien”, remarcó.
A pocos metros de ese taller, otros vecinos también vivieron una situación traumática. Un día de madrugada les arrancaron las rejas de la ventana que da a la calle e ingresaron a robar mientras la familia dormía. Tras el hecho, las víctimas rescindieron contrato y se mudaron.
Al lado de esa casa, hay otra que también está vacía. En ese caso, la mujer sufrió un arrebato en la esquina de la propiedad. El hecho quedó registrado por una cámara que la víctima decidió difundir. A los pocos días de que se viralizó el robo, una persona en moto se acercó a la cuadra y amenazó a la mujer con un arma de fuego por haber hecho público el video.
“Hoy había como 30 policías, cuando nosotros denunciamos no viene nadie”, sostuvo indignado otro vecino que no es ajeno a la inseguridad que se vive en la zona. “Un fin de semana estacionaron frente a casa, tocaron timbre y cuando vieron que no estábamos, se metieron por el patio e ingresaron a la habitación”, recordó.
Pese a tener alarma, los delincuentes lograron estar unos minutos en la propiedad y se llevaron objetos de valor. “Tengo todo filmado, tanto la patente del auto en el que vinieron como las caras de las personas que entraron a mi casa. Fui al Centro de Justicia Penal a entregar todo el material y nunca más me llamaron. El día del robo tuve que esperar cuatro horas para que venga un patrullero”, lamentó.
“Yo vivo hace 50 años acá, antes podías trabajar a puertas abiertas y no tenías problemas. Ahora tuve que poner un enrejado para que no se metan y le pedí a un herrero que me haga otro igual para el balcón, porque en poco tiempo ya me robaron dos veces los cables de la bajada de luz”, agregó otro comerciante de la zona.
Después de la repercusión que generó el robo a los Roccuzzo, la cuadra volvió a su inquietante tranquilidad y los vecinos no son muy optimistas con algo cambie, al menos en el corto plazo.