Eduardo Nelio González, un exfuncionario acusado de haber sido parte del esquema de corrupción de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), negó los hechos que se le imputan en la causa al ser indagado este viernes en Comodoro Py por el juez Sebastián Casanello. No respondió preguntas ni del juez ni del fiscal que instruye el caso y pidió su indagatoria, Franco Picardi.
González, que tenía rango de director en la Andis, está acusado de haber seguido de manera extraoficial instrucciones del empresario Miguel Ángel Calvete en beneficio de un puñado de compañías.
Luego de González, fue el turno de otra exfuncionaria del organismo: Lorena Di Giorno, quien trabajaba en el área de compras investigada por la Justicia. Di Giorno optó directamente por no declarar.
Tanto González como Di Giorno contaban con acceso al sistema interno mediante el cual, se sospecha, se realizó el direccionamiento de las compras dentro de Andis. Los dos, a su vez, mantenían un “estrecho vínculo” con Calvete, con quien compartían distintas sociedades, de acuerdo a la acusación fiscal.
González, por caso, integró junto a Calvete la firma Proveedora Integral de Supermercados Chinos S.R.L., que, como otras sociedades, comparte domicilio con la consultora de Calvete, Indecomm SRL.
Calvete, que está preso en el marco de otro proceso donde fue condenado por proxenetismo en 2019, era vocero de los supermercadistas chinos y una figura de consulta habitual entre los medios de comunicación en temas de consumo masivo. Es uno de los actores centrales en esta investigación.
Como resultado de los allanamientos a los domicilios vinculados a los principales implicados en el caso, la fiscalía se hizo de elementos que hacen suponer la existencia de pagos ilegales a González por parte de Calvete.
“Bancame que termine este kilombo”, le contestó Calvete al hoy indagado González, cuando este le preguntó cuándo podía hacerse de los dólares, según figura en una conversación de junio de este año, antes de que explotara el caso. Luego, Calvete le define una fecha: “15/7”.
En un nuevo contacto entre ambos, correspondiente a septiembre, González le envía un audio a Calvete: “Mirá, acabo de estar tomando un café acá en La Biela, de hecho, sigo acá en La Biela con el amigo Willy, así que decime qué hacemos porque se va a perder eso, porque no hicimos más nada, bueno el lunes cuando voy a buscar la mía”.
Además, en uno de los cuadernos con anotaciones que la Justicia secuestró en un domicilio de Calvete, figuran notas vinculadas a González (“Pino”, lo apodan), con fechas y montos en dólares, una de las cuales coincide con el día indicado por Calvete, 15/7.
En cuanto a Di Giorno, el fiscal Picardi afirma en su dictamen: “Lorena Di Giorno –al igual que Eduardo Nelio “Pino” González–, se encontraba situada entre el mundo de las contrataciones de medicamentos e insumos de la Andis, en tanto funcionaria del organismo, y el de las firmas beneficiadas por el esquema de corrupción objeto de esta pesquisa, cumpliendo órdenes de Miguel Ángel Calvete”.
Di Giorno, que integró con Calvete el directorio de la sociedad Verdabei, también habría recibido pagos por sus servicios desde el interior de la agencia, según la sospecha del fiscal.
En un mensaje interceptado por la Justicia, Calvete le dice a Di Giorno: “Pasate por defensa si podés dps así te doy lo tuyo y vemos las cotizaciones”.
Defensa es la casona antigua de San Telmo, adonde Spagnuolo habría ido a cobrar 5 millones de pesos.
Di Giorno, además, mantenía informado a Calvete sobre las novedades dentro de la agencia, incluida la llegada de oficios judiciales.
En las indagatorias anteriores, el denominador común entre los principales acusados fue el silencio. Spagnuolo, presunto autor de los audios que describen un sistema de coimas dentro de la agencia, se negó a responder preguntas de la Justicia, aunque, como hizo hoy González, ensayó un breve descargo en el que rechazó las acusaciones.
Calvete, que llegó a los tribunales de Retiro trasladado por la Policía de la Ciudad, optó por no declarar. Igual que Pablo Atchabahian, el médico urólogo acusado, como Calvete, de oficiar como un director externo de la agencia, que está con prisión preventiva en el marco de esta investigación, en Mendoza.
Tampoco aceptó declarar el exfuncionario Daniel Garbellini, que fue echado de la agencia junto a Spagnuolo cuando estalló el caso.