Gustavo Sáenz, el gobernador de Salta y una figura cada vez con mayor protagonismo en la escena política nacional, hizo fuertes declaraciones dirigidas a los legisladores que sean electos por su provincia en los próximos comicios de octubre. "Quiero un federalismo real, no de mano extendida pidiendo limosna en Buenos Aires", dijo en su férrea defensa del interior productivo.
“Quiero salteños trabajando su tierra y no con la mano extendida en Buenos Aires pidiendo limosnas”, remarcó el mandatario salteño.
Además, el gobernador pidió a los gobiernos nacionales que, al tomar decisiones, "tengan en cuenta las realidades diferentes que la geografía argentina tiene", refiriéndose a las omisiones en los beneficios para los ciclos productivos del norte.
“Nuestro ciclo productivo empezaba cuando se terminaban las retenciones y los funcionarios nacionales tienen la obligación de saberlo para no perjudicar a los salteños y a todo el norte argentino”, señaló.
"Frente a la falta de crédito accesible y el aumento de tasas, hemos acompañado a nuestros productores ganaderos con 1.700 millones de pesos y plazos de hasta 360 días para compras de nuestra hacienda en el remate del día viernes. Remate que siempre incluye nuestros pequeños productores, que este año pudieron vender mejor. Más de 500 animales de sus rodeos sobre todo del norte de la provincia”, especificó.
Detalló también la exención de impuestos provinciales a las operaciones comerciales durante la exposición y la eliminación de la tasa de extracción de animales. "Esto es testimonio de que no somos las provincias las que no estamos de acuerdo en bajar impuestos. Salta sí los baja", enfatizó.
Finalmente, el gobernador convocó a los salteños a acompañarlo en el "reclamo permanente de un federalismo pendiente", apelando a que los legisladores nacionales defiendan los intereses de Salta por encima de cualquier bandería política: "Piensen a la hora de votar que primero está Salta, que primero están los salteños. Ese es el límite", concluyó Sáenz.