Llegó la hora de la verdad. En la que los que hablan son los ciudadanos a través del voto. El veredicto de los comicios de medio término de este domingo será clave para el futuro de un país cuya economía atraviesa otra vez en un ciclo de agonía, en gran parte por la inestabilidad política. El gobierno cuenta con algo más que una promesa de ayuda de Estados Unidos, que ya intervino de manera inédita inyectando dólares en el mercado argentino, como premio a su alineamiento geopolítico y sin estar claro qué debe entregar a cambio. Pero necesita también ratificar que mantiene un piso de respaldo popular para, a partir del mismo, relanzarse y construir lo que amagó en el inicio de la gestión, pero dinamitó después: una nueva mayoría que le permita no solo rechazar vetos en el Congreso sino impulsar también una agenda de reformas, como la laboral, la tributaria y la jubilatoria, que aparentemente va a incluir en una ley bases 2 que presentaría en las próximas semanas.

Por más bien que le vaya al oficialismo, no conseguirá dominar el Congreso por sí mismo. Deberá sí o sí construir o reconstruir un sistema de acuerdos como el que le permitió, en su momento, sancionar la ley bases 1. Por eso, la mirada no solo está en el número de diputados y senadores que obtenga cada sector, sino también en la capacidad del presidente Javier Milei de reinventarse. Del líder anticasta que insultaba a cualquiera que le planteara un matiz, a un constructor de consensos políticos con aquellos a los que, en su discurso de asunción, les dio la espalda. 

La prueba de fuego será, luego de los comicios, la ley de presupuesto, algo con lo que Argentina no cuenta desde que el economista anarcocapitalista es presidente. Pero el proceso se activó ya con el rearmado del gabinete, que se adelantó por la renuncia del canciller Gerardo Wethein. ¿Habrà lugar para potenciales socios? El nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Pablo Quirno, es de los propios. ¿Encontrará el presidente los funcionarios que necesita para revitalizar un gobierno en crisis que demostró enormes déficits de gestión y está atravesado por feroces guerras internas?  

Establecer quién ganó y quién perdió a nivel país este domingo no será fácil. Porque son, en realidad, 24 elecciones provinciales. La única fuerza que tiene presencia en todos los distritos es justamente La Libertad Avanza. Fuerza Patria, nueva identidad electoral del kirchnerismo, se presenta como tal en 13. En los otros once va con otras denominaciones y en varias no es la única expresión peronista. Algo parecido pasa con Provincias Unidas, el agrupamiento de seis gobernadores –entre ellos el de Santa Fe, Maximiliano Pullaro– que busca abrir una tercera vía entre libertarios y justicialistas y con quienes Milei deberá abrir el diálogo si quiere buscar acuerdos en el Congreso.

En algunos distritos –Ciudad de Buenos Aires, Entre Ríos, Mendoza y Chaco– el oficialismo nacional va aliado con los mandatarios provinciales, todos ellos de lo que fue Juntos por el Cambio. 

En provincia de Buenos Aires, clave porque concentra el 38 por ciento del padrón, tiene un acuerdo con el PRO y de hecho la cabeza de lista, luego de que José Luis Espert renunciara a su candidatura por las sospechas de que lo financió un narco extraditado a Estados Unidos, es el actual diputado del partido amarillo Diego Santilli.

El tema Espert dominó varios días de la campaña por la resistencia de Milei a sacrificar a su amigo y eso complicó al oficialismo no solo en esa provincia, donde se supone que el kirchnerismo volverá a ganar con buena diferencia.

Para compensar ese resultado, LLA necesita hacer buenas elecciones en Ciudad de Buenos Aires, donde se descuenta una victoria de Patricia Bullrich, y en Santa Fe y Córdoba, donde la tiene más difícil porque Provincias Unidas le disputa el voto no peronista de la mano de los candidatos de los gobernadores Pullaro (Gisela Scaglia) y Martín Llaryora (Juan Schiaretti). El oficialismo nacional lleva en esos lugares postulantes casi desconocidos, que dependen del sello partidario y de que quede claro que representan al presidente.

Fue parte del armado de Karina Milei, en un momento en el que el mileísmo sostenía su sueño imperial, buscaba purismo para “pintar el país de violeta” y anticipaba que iba a clavar “el último clavo en el ataúd del kirchnerismo”.

Los tiempos cambiaron, denuncias de corrupción y drenaje de dólares mediante, y el objetivo que ahora se plantea el gobierno es más módico: quedar en torno al 35 por ciento de los votos a nivel nacional y tener junto al PRO un tercio de las bancas para blindar vetos y eludir la posibilidad de un pedido de juicio político al presidente.

Para eso, la estrategia fue recurrir al dilema kirchnerismo o libertad. El problema, según marcan las encuestas, es que a la vez creció fuerte, al punto de ser mayoritario, el antimileísmo. ¿Cuál de los dos sentimientos negativos será más fuerte?

La respuesta a esa pregunta acaso tenga que ver con otros interrogantes: ¿cuál será el nivel de participación? Los que tienen sentimientos anti, ¿irán a las urnas para hacer sentir el castigo o se quedarán en sus casas?

Todo un rompecabezas será leer esta elección, que dejará un Congreso más fragmentado que el actual, fruto también del estallido del sistema de partidos políticos, en el que ningún sector tendrá fuerza propia para imponer su voluntad. Un escenario que, entonces, requerirá diálogo, algo que no parece estar en el ADN de un presidente que por lo pronto, durante la campaña, bajó la intensidad de sus insultos. ¿Podrá nacer un nuevo Milei a partir del lunes?

Datos electorales clave

 

Qué se elige: 127 diputados nacionales y 24 senadores (8 distritos renuevan Senado: CABA, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego).

Sistema de votación: Por primera vez en una elección legislativa general, todo el país vota con Boleta Única de Papel: una sola boleta por provincia que contiene todas las categorías y listas.

Distritos grandes: Buenos Aires renueva 35 diputados, CABA 13, Córdoba 9, Santa Fe 9, Mendoza 5.

Las cabezas de lista en esos distritos son:  

Provincia de Buenos Aires (Diputados): 

La Libertad Avanza: Diego Santilli (tras la renuncia de José Luis Espert; las boletas no se reimprimen)

Fuerza Patria: Jorge Taiana

Provincias Unidas: Florencio Randazzo

Ciudad de Buenos Aires (Senado/Diputados):

La Libertad Avanza: Patricia Bullrich (Senado) / Alejandro Fargosi (Diputados)

Fuerza Patria: Mariano Recalde (Senado) / Itai Hagman (Diputados)

Santa Fe (Diputados)

Provincias Unidas: Gisela Scaglia

Fuerza Patria: Caren Tepp

La Libertad Avanza: Agustín Pellegrini

Córdoba (Diputados)

La Libertad Avanza: Gonzalo Roca

Provincias Unidas: Juan Schiaretti

Defendamos Córdoba: Natalia de la Sota