El presidente Javier Milei llegó este domingo por la tarde al hotel Libertador, donde La Libertad Avanza volvió a montar su búnker para esperar los resultados de las elecciones legislativas.
El mandatario, que había votado por la mañana y luego regresó a la Quinta de Olivos, arribó al centro porteño pasadas las 19, mientras que su hermana y secretaria general, Karina Milei, lo había hecho antes de las 18 para encabezar una reunión de campaña.
Del encuentro también participaron el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y los referentes partidarios Sebastián Pareja y Pilar Ramírez, responsables del armado bonaerense y porteño. Más tarde se sumó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para analizar los primeros boca de urna.
En el hotel, ubicado en Maipú y Córdoba, comenzaron a concentrarse funcionarios, legisladores y un reducido grupo de militantes, en un clima de expectativa que crecía con el correr de las horas.
Según trascendió en el entorno libertario, los primeros datos no oficiales que manejaba el oficialismo anticipaban un triunfo nacional con una diferencia cercana a los cinco puntos sobre el kirchnerismo. Los más optimistas incluso proyectaban alcanzar el 40% de los votos, aunque aclaraban que se trataba de cifras preliminares y “a tomar con cautela”.
En las provincias más pobladas, el balance inicial también era alentador. En Córdoba, fuentes del espacio destacaban el desempeño del candidato Gonzalo Roca, vinculado al diputado Gabriel Bornoroni, y hablaban de una participación elevada. En Santa Fe, el libertario Agustín Pellegrini aparecía “muy parejo” con Fuerza Patria y por encima de Provincias Unidas.
En la provincia de Buenos Aires, el PRO tomó el mando del tramo final de la campaña y, según estimaciones internas, habría logrado reducir a la mitad la diferencia de 13 puntos registrada en las elecciones provinciales. En la ciudad de Buenos Aires, en tanto, el objetivo era alcanzar el 50% de los votos, un número ambicioso pero no descartado dentro del oficialismo.