La Masonería Argentina celebró como un hecho histórico la aprobación de la reforma constitucional de Santa Fe porque consagra expresamente el carácter laico del Estado provincial. Ese cambio está expresado en el nuevo artículo 3, sancionado por 51 votos contra 10 en la Convención Constituyente, es decir uno de los que más amplio respaldo tuvo: 75 por ciento de los integrantes del cuerpo.

“La Provincia asegura la distinción entre el Estado y el orden religioso y no establece religión oficial. La relación entre el Estado, la Iglesia Católica, las iglesias y los cultos legalmente reconocidos, se rige por los principios de autonomía, igualdad, no discriminación, cooperación y neutralidad”, dice el nuevo texto.

Ramiro Dallaglio es dirigente radical de la ciudad de Santa Fe, funcionario del Ministerio de Salud de la provincia y vicepresidente de la Masonería Argentina. Para él, lo ocurrido con la aprobación de este artículo vuelve a poner a Santa Fe en un lugar de avanzada dentro del constitucionalismo argentino.

En un mensaje que publicó en Instagram, resaltó la magnitud del cambio: “Reformamos tres puntos sustanciales de nuestra Constitución. El artículo 3 nuevo ahora contempla separación entre las religiones, las iglesias y el Estado, contempla la nomenclatura de iglesias para todas las religiones —no hay una sola iglesia, sino que hay iglesias— y la tercera cuestión es que las pone en un plano de igualdad”.

“Esto, nuevamente desde Santa Fe, como cuando estaba el gobernador Nicasio Oroño”, agregó, y recordó que “el orden jurídico argentino solo reconoce una sola iglesia y el resto son cultos”, mientras que ahora se acepta que hay muchas iglesias. “Esto realmente va a modificar el orden jurídico argentino y queremos que nuevamente nazca de Santa Fe”, enfatizó.

Por su parte, Pablo Lázaro, presidente de la Gran Logia Argentina, señaló: “La fórmula aprobada tiene una enorme potencia institucional. Sienta las bases para una convivencia respetuosa, plural y libre, donde el Estado reconoce todas las creencias pero no se subordina a ninguna. La nueva redacción incorpora un principio inédito en el derecho público provincial: la igualdad formal entre todos los cultos, superando jerarquías históricas y afirmando un vínculo equitativo con la totalidad de las manifestaciones religiosas. Ambas innovaciones —tan claras como necesarias— se encuentran en el corazón mismo de la laicidad republicana y representan una conquista cultural que honra el espíritu democrático de nuestro tiempo”.

La masonería y la laicidad

 

La Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones es la institución que nuclea a la masonería regular en el país. Desde el siglo XIX, los masones argentinos se identificaron con la defensa de la libertad de conciencia, el librepensamiento, la educación pública y la separación entre la Iglesia y el Estado. Entre sus filas se contaron presidentes, legisladores e intelectuales que impulsaron reformas seculares en la vida pública argentina.

En esta oportunidad, la masonería tuvo participación activa en la Convención Constituyente de Santa Fe. Además de  Dallaglio, masón declarado, varios de sus miembros intervinieron en audiencias previas a la reforma constitucional. En esos debates, el propio dirigente radical, expresó que se trataba de un momento histórico que volvía a colocar a la provincia en el centro del constitucionalismo argentino. 

Los masones presentaron ante la Convención Constituyente proyectos de reforma del artículo 3. En uno de ellos, de la Logia Juana Manso 19 de la ciudad de Santa Fe, la propuesta de texto era: "La Provincia es un Estado laico. Garantiza la separación entre sus funciones y toda manifestación de carácter confesional, la cual pertenece a los derechos inalienables de los ciudadanos". 

Siempre hubo rumores de una fuerte relación entre la masonería y el radicalismo de la ciudad de Santa Fe, particularmente con los cuadros de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).

Justamente Dallaglio fue un importante cuadro de la Franja Morada en esa universidad, vinculado a José Corral, ex intendente de la ciudad de Santa Fe.

El dirigente radical fue secretario de Control durante la gestión de Corral en la ciudad y parte de la mesa chica de su movimiento político. Allí estuvo hasta que, con la candidatura a gobernador en 2023, pasó a formar parte del pullarismo. 

En 2023, cuando Maximiliano Pullaro ganó la Provincia y le ofreció el Ministerio de Gobierno a Felipe Michlig, Dallaglio sonó como número dos de esa cartera. Quedó finalmente en un cargo menor hasta que en 2024 pasó al Ministerio de Salud.

Cómo se llegó a la redacción

La Constitución de Santa Fe de 1962 declaraba en su artículo 3 que “la religión de la Provincia es la Católica, Apostólica y Romana, a la que se le prestará su protección más decidida”. Esa definición confesional era un rezago de otra época, en la que varias provincias mantenían vínculos privilegiados con la Iglesia Católica. En Santa Fe en particular, la Iglesia fue parte de los poderes permanentes que parecían inamovibles y hubo épocas, como la de monseñor Edgardo Storni, en la que el arzobispo le daba órdenes al gobernador de turno.  

En el debate de 2025, una enorme mayoría coincidió en la necesidad de eliminar esa cláusula y reemplazarla por una fórmula moderna de neutralidad estatal. El punto más discutido fue la mención explícita a la Iglesia Católica: se resolvió mantenerla en el texto, junto al resto de los cultos reconocidos, por razones técnicas vinculadas a su estatus jurídico particular, pero sin otorgarle privilegios.

Las otras constituciones

 

Santa Fe es la primera provincia argentina que establece con claridad en su Constitución la separación entre el Estado y el orden religioso.

La Constitución de Córdoba (artículo 5) reconoce y garantiza la libertad de conciencia y de religión, pero no habla expresamente de laicidad ni de neutralidad del Estado. "La provincia de Córdoba, reconoce y garantiza a la Iglesia Católica Apostólica Romana el libre y público ejercicio de su culto. Las relaciones entre ésta y el Estado se basan en los principios de autonomía y cooperación. Igualmente garantiza a los demás cultos su libre y público ejercicio, sin más limitaciones que las que prescriben la moral, las buenas costumbres y el orden público", dice el texto

La Constitución de la provincia de Buenos Aires mantiene aún una cláusula confesional similar a la que Santa Fe acaba de eliminar: su artículo 2 declara que “la religión de la Provincia es la Católica, Apostólica y Romana”.

La Constitución Nacional conserva en su artículo 2 la disposición de que “el gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano”.

Al eliminar la confesionalidad y declarar explícitamente la igualdad de todos los cultos, Santa Fe se coloca a la vanguardia del constitucionalismo argentino, en línea con los valores contemporáneos de pluralismo y libertad de conciencia.

La aprobación del artículo 3 fue celebrada por la masonería, pero también por organizaciones laicas, académicos y sectores políticos que promovieron el reconocimiento de un Estado laico. Para todos ellos, se trata de un avance cultural que actualiza los cimientos institucionales de la provincia en sintonía con el siglo XXI.