Las personas con hemofilia del tipo A, que es la más frecuente, disponen de esta nueva medicación indicada para prevenir y tratar los sangrados que ocurren debido a esta enfermedad ante mínimos traumatismos o incluso en forma espontánea.
   
Esos sangrados, que generalmente se dan en las articulaciones y en diferentes órganos, limitan la movilidad y la posibilidad de realizar actividad física, con la consecuente merma en la salud y calidad de vida de los pacientes.
   
La ANMAT autorizó el uso de un fármaco que fue desarrollado a partir de la combinación de ADVATE (factor VIII recombinante) y una molécula de polietilenglicol: ese proceso, que se denomina pegilación, mejora las propiedades de la molécula y, entre otros beneficios, prolonga su vida media, permitiendo a los pacientes reducir la cantidad de infusiones, a la vez que les permite realizar más actividad física con un menor riesgo de sangrados.
   
El Jefe de Medicina del Centro de Hemofilia de la Clínica Vivantes de Friedrichshain, Alemania, Robert Klamroth, expresó que "el nuevo factor ofrece mayor libertad para individualizar el tratamiento de reemplazo con mayor concentración y con menos inyecciones, adaptando la terapia a la medida de cada paciente con una mejor protección".

¿Qué es la Hemofilia?
   
La hemofilia es un desorden hemorrágico hereditario y congénito originado por mutaciones en el cromosoma X y caracterizado por la disminución o ausencia de la actividad funcional de los factores VIII o IX, unas proteínas que participan en el proceso de coagulación.
   
La enfermedad la padecen casi exclusivamente los varones, mientras que las mujeres pueden ser portadoras, pero rara vez manifiestan la enfermedad.
   
Aunque tiene un alto componente hereditario, un tercio de los casos surge sin antecedentes familiares, como consecuencia de mutaciones espontáneas.