La hipertensión afecta entre el 20 y el 40% de la población adulta de América, lo que significa que alrededor de 250 millones de personas padecen de presión arterial alta en este continente.
Dado que se trata de una condición muy común, es importante que cada paciente no solo reciba un tratamiento adecuado para su cuadro particular, sino además complementar esto con actividad física y una buena alimentación.
Qué es la hipertensión arterial
La hipertensión arterial se define por la detección de promedios de la presión arterial sistólica ("máxima") y/o diastólica ("mínima") por encima de los límites establecidos como normales para los registros obtenidos en el consultorio: 140 mmHg para la sistólica y 90 mmHg para la diastólica.
Mientras la presión arterial sistólica o máxima es la fuerza ejercida por la sangre sobre las arterias cuando el corazón se contrae, la presión arterial diastólica refleja la presión existente en las arterias cuando el corazón está en reposo, entre los latidos cardíacos.
Aunque generalmente no da síntomas, la hipertensión es el principal factor de riesgo para muertes por enfermedades cardiovasculares, lo que lo convierte en un grave problema de salud pública que también afecta a niños y adolescentes.
¿Qué provoca hipertensión? Un alto consumo de sal, bajo consumo de frutas y vegetales, uso nocivo del alcohol y un estilo de vida sedentario, entre otros factores.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la reducción combinada del consumo de sal y de tabaco podría prevenir un estimado de 3,5 millones de muertes en América en los próximos diez años.
Aunque los medicamentos son necesarios en muchos casos, hay ciertos ajustes alimentarios pueden ayudar y que se incorporan fácilmente a la rutina diaria.
Cuatro alimentos para mantener estable la presión arterial
La primera opción es el yogur. Además de sus ya conocidos beneficios, una investigación de la Universidad del Sur de Australia descubrió que una dosis diaria del producto blanco también puede reducir la presión arterial.
El calcio y el potasio son minerales clave para regular la presión arterial, y ambos se encuentran en el yogur. Es importante considerar que las versiones procesadas con azúcares añadidos no son las recomendadas, y que se deben elegir yogures naturales de buena calidad, preferiblemente con cultivos vivos para ayudar a la salud intestinal.
Otro estudio realizado en 2021 descubrió que condimentar las comidas con especias, hierbas y ajo no solo aporta sabor, sino que además podría reducir la presión arterial. Las pruebas demostraron que, tras cuatro semanas de dieta con un aumento de hierbas y especias, las lecturas de la presión arterial de los participantes mejoraron.
Investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania, en los Estados Unidos, descubrieron que condimentar los alimentos con 6,5 g (o aproximadamente 1,3 cucharaditas) de hierbas y especias cada día podría favorecer la disminución de la presión arterial sistólica y diastólica.
Los frutos secos son sin duda uno de los alimentos más nobles que aporta la naturaleza, pero la nuez parece tener un poder especial para reducir la presión arterial.
Científicos de la Universidad Estatal de Pensilvania también descubrieron que los participantes en el estudio que comían nueces experimentaban una mayor reducción de la presión arterial que los que tenían un perfil de ácidos grasos similar sin comer las propias nueces.
Finalmente, consumir una taza de té de hierbas por la noche es un buen hábito para cuidar la presión arterial, especialmente si se preparan infusiones a base de té de hibisco o jugo de la flor de Jamaica, hecha con cálices de esa rosa.
Sin embargo, el té de hibisco no es para todos. Si una persona toma el medicamento diurético hidroclorotiazida para la presión arterial alta, no se aconseja el té de hibisco, ya que puede interactuar con el fármaco.