Una reciente y novedosa investigación en torno a los efectos de los niños en pandemia por haber contraído Covid durante el embarazo de sus madres, dio cuenta de que se trata de una población con un aumento del 10% en casos de retraso de desarrollo cognitivo, especialmente en campos de aprendizaje y memoria. Se trata de niños que actualmente tienen 5 años y durante cuyas gestaciones aún no existía la vacuna para Covid-19. El estudio, liderado por el Instituto de Neurociencias del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC9 de España, se publicó en Cellular and Molecular Life Sciences.
Allí explicaron que la semana 20 del embarazo es un período fundamental para la formación de la corteza cerebral, clave para el posterior proceso de aprendizaje. La migración de neuronas y el flujo de oxígeno en esta fase crucial para el cerebro corresponde a la proteína ACE2, que a su vez se ha demostrado receptor del coronavirus, dejando entrar al SARS-CoV-2 en unas neuronas aún inmaduras porque carecen de la barrera protectora hematoencefálica, ya presente en la etapa posterior.
Efectos sobre la memoria
Tras analizar varios cerebros humanos de fetos de 20 semanas de gestación donados anónimamente tras un aborto espontáneo en 2020, se ha observado que la presencia del virus de la pandemia tiene efectos “de forma muy particular y localizada en unas células de la región embrionaria del hipocampo: la parte del cerebro que se dedica a la memoria”.
En este aspecto, cuando hubo infección congénita de SARS-CoV-2 y la madre debió ser hospitalizada (casos con más carga viral), se elevó la probabilidad de alteración del desarrollo cerebral, cuestión que puede asociarse a la aparición de trastornos del espectro autista (TEA), déficit de atención, hiperactividad y otras problemáticas del aprendizaje no asociadas a un síndrome o casuística correcta, lo que se conoce como discapacidad intelectual no sindrómica.
En varios estudios epidemiológicos publicados recientemente se ha observado un aumento del 10% del déficit cognitivo del desarrollo intelectual, comparado con datos de bebés nacidos antes y después “en los mismos lugares y en condiciones similares”, según los investigadores, quienes aclararon que esos retrasos cognitivos cayeron en los hijos de las madres ya vacunadas, por la menor carga viral.
En tal sentido, se amplía el conocimiento de los efectos de un SARS-CoV-2 que “infectó a toda la sociedad” sin ser tan virulento como otros virus anteriores como el de la viruela, y reflejan que en los casos en los que llegó al cerebro del feto para infectar a las células en desarrollo “se podría predecir o anticipar un aumento de la discapacidad intelectual, del retraso del desarrollo cerebral”.
“Eso es lo que ahora se puede empezar a comprobar porque esos niños tienen más de cinco años y es cuando esa región del cerebro es necesaria para que aprendan adecuadamente”, indicaron.
Fuente: EFE.