Un equipo de investigadores demostró recientemente una estrategia de nanotecnología para revertir el Alzheimer en ratones. Los científicos pertenecen al Instituto de Bioingeniería de Cataluña (España), el Hospital West de la Universidad de Sichuan (China) y participaron además investigadores del Reino Unido.

La nanomedicina habitual emplea nanopartículas como vehículos de fármacos. En este caso, el nuevo método utiliza partículas bioactivas por sí mismas, llamadas "fámarcos supramoleculares". En vez de dirigirse a las neuronas, este tratamiento actúa sobre la barrera hematoencefálica, es decir, la interfaz que regula el entorno del cerebro.

Al reparar esta barrera, que funciona como guardián frente a toxinas y patógenos, los científicos lograron restaurar el equilibrio del sistema vascular cerebral y revertir la patología en modelos animales.

Cabe destacar que el cerebro consume un 20% de la energía en adultos y hasta un 60% en niños por medio de un denso entramado de capilares. Cuando la barrera hematoencefálica se ve comprometida, el sistema de limpieza cerebral deja de funcionar correctamente, lo que favorece la acumulación de la proteína beta amiloide (Aβ), una de las principales características del Alzheimer.

Un trabajo directo sobre el torrente sanguíneo

Las nanopartículas permitieron así el paso de estas proteínas de desecho al torrente sanguíneo para ser eliminadas. En modelos de ratón, programados para producir grandes cantidades de proteína Aβ y desarrollar deterioro cognitivo, solo tres dosis consiguieron resultados notables.

“Solo una hora después de la inyección observamos una reducción del 50-60% en la cantidad de Aβ dentro del cerebro”, explicaron.

Además de la eliminación inmediata de proteínas tóxicas, el equipo observó efectos terapéuticos duraderos. En uno de los experimentos, un ratón de 12 meses (equivalente a un humano de 60 años) recibió el tratamiento y fue analizado seis meses después. A los 18 meses, edad comparable a los 90 años en humanos, el animal mostró un comportamiento similar al de un ratón sano.

“El efecto a largo plazo proviene de la restauración del sistema vascular del cerebro. Creemos que funciona como una cascada: cuando la vascularización recupera su función, empieza a eliminar Aβ y otras moléculas dañinas, lo que permite que el sistema vuelva a equilibrarse. Nuestras nanopartículas actúan como un fármaco y parecen activar un mecanismo de retroalimentación que normaliza esta vía de eliminación”, indicaron.

Fármacos supramoleculares

En condiciones normales, la proteína LRP1 transporta la beta amiloide a través de la barrera hematoencefálica para su eliminación. Este proceso puede bloquearse si la proteína se une en exceso, o ser insuficiente si la señal es demasiado débil, en ambos casos facilitando la acumulación en el cerebro.

En este caso, los fármacos supramoleculares desarrollados imitan a los ligandos de LRP1, favoreciendo el transporte de Aβ y restableciendo el sistema natural de limpieza. Así, ayudan a restaurar el equilibrio vascular y la función cerebral.

“Demostramos una eficacia significativa para lograr una rápida eliminación de Aβ, restaurar la función de la barrera hematoencefálica y revertir la patología del Alzheimer”, concluyeron

Para los autores, este método podría abrir la vía  a nuevas intervenciones clínicas dirigidas a los mecanismos vasculares del Alzheimer.

Fuente: SINC.