Esta época del año cuenta con dos caras completamente opuestas. Por un lado, el sol radiante que invita a vivir afuera y, por el otro, la humedad que arruina cualquier outfit pensado con optimismo. En medio de ese caos meteorológico, elegir qué ponerse para ir a la oficina requiere estrategia.
En este aspecto, expertos sugieren optar por alternativas livianas, cómodas y versátiles que resisten el calor sin perder elegancia. A continuación, algunos ejemplos:
-Camisas de lino: El lino vuelve a ganar terreno todos los veranos por tratarse de una de las telas más respirables y livianas que existen. Las versiones más holgadas permiten que el aire circule mejor y, además, aportan un look moderno sin esfuerzo. Funcionan con pantalones rectos, bermudas sastreras o faldas midi, y son un comodín total para oficinas más formales o creativas.
-Blusas de algodón liviano con manga corta: El algodón es un básico eterno porque absorbe la humedad sin pegarse al cuerpo. Las blusas de corte recto o ligeramente evasé son ideales para quienes buscan frescura sin resignar prolijidad. En este sentido, recomiendan los claros para repeler el calor y, además, animarse a pequeños detalles trendy como bordados minimalistas o cuellos tipo mao.
-Remeras sin mangas estilo muscle tee: Para oficinas que permiten un código más relajado, las muscle tee son una salvación. Gracias a su hombro amplio y su caída estructurada, levantan cualquier combinación. Se ven especialmente bien con pantalones cargo suaves o denim prolijo. Además, son la prenda perfecta para sumar accesorios como cadenas finas o aros.
-Camisas satinadas ultralivianas: Si se necesita sumar un plus de elegancia, las camisas satinadas livianas son ideales. Mantienen una caída fluida, no pesan y elevan cualquier look con poco esfuerzo. Funcionan muy bien para jornadas largas, reuniones o after office improvisados, y sus tonos metalizados suaves siguen siendo tendencia.