La primavera no solo trae flores y temperaturas agradables, también cambia la forma en la que se disfruta del tiempo libre. En esta época, los días se alargan y el clima acompaña, lo que convierte al horario de las citas en un detalle clave para que todo fluya mejor.
El mejor horario para una cita primaveral
Uno de los momentos más recomendados es el atardecer. A esa hora, la luz dorada crea un ambiente cálido y relajado, ideal para una caminata, un café al aire libre o incluso un picnic improvisado en un parque (¡sin olvidar el repelente!). Además, es el punto justo entre la energía del día y la intimidad de la noche.
La noche, por supuesto, continúa siendo un clásico. Con temperaturas más suaves que en invierno, sentarse a cenar en una terraza o compartir una copa bajo las estrellas se vuelve mucho más agradable. La ventaja es que ya no hace falta abrigarse demasiado ni correr a resguardarse del frío.
Y, para quienes disfrutan de lo distinto, también está la opción de una cita de media mañana, perfecta para un brunch o salir a caminar. Es una alternativa fresca y ligera, ideal para empezar el día de buen humor y sin presiones de tiempo. En definitiva, la primavera abre un abanico de posibilidades. La clave está en elegir el horario que mejor combine con el plan, el lugar y, sobre todo, con la química entre las personas.