En la era donde los “likes” valen tanto como los gestos, una de las apps de citas más conocidas encontró que el 46% de los solteros de la Generación Z buscan una relación seria o estable. Sin embargo, el concepto de “serio” ya no se define igual que antes. Ahora se busca, por ejemplo, un “cinnamon roll boyfriend” que esté todo el día preguntando si la pareja comió o se abrigó, o un “anime crush” que, en realidad, nunca aparece en persona

Las búsquedas en redes pasan, además, por etiquetar los prototipos de vínculos (depositphotos.com)

Algunos de los perfiles más buscados (y etiquetados)

De hecho, un “cinnamon roll boyfriend” es ese perfil dulce, ingenuo hasta cierto punto, que manda mensajes de voz larguísimos para saber cómo está la otra persona. Por otra parte, el “golden retriever boyfriend” se presenta como el amigo perfecto que luego se convierte en algo más, mostrándose fiel, divertido, siempre con buena onda. Son dos estilos opuestos dentro del mismo juego amoroso digital que la Gen Z puso de moda.

Asimismo, también hay lugar para los que parecen de otro mundo: el “anime crush” (idealizado, muchas veces 2D), y el “K-pop boyfriend” (rutina de cuidado de piel, cámara divertida, bailarín de fondo). Y, para complicar más el costado sentimental, aparece el “situationship soulmate”: alguien que se comporta como pareja, pero no lo es del todo, situándose cómodo en ese "ni", y estéticamente perfecto para redes.

La Gen Z parece querer autenticidad, vulnerabilidad y suavidad (gq.com.mx)

En definitiva, lo que está en juego ya no es solo “buscar al indicado”, sino “etiquetar al indicado”. Más allá de la etiqueta, la Gen Z parece querer autenticidad, vulnerabilidad y suavidad, aunque en un vocabulario que a los millennials les suena a fanfic o glosario del metaverso.

Fuente: GQ.