Para quienes visten en forma elegante, existe una serie de "no" frente a determinados colores y tonalidades. Esto se debe a que, según los expertos, se trata de opciones que le "bajan la calidad" a las prendas elegidas, quitándoles la sobriedad necesaria para la ocasión.
En este aspecto, recomiendan no optar por las siguientes situaciones:
-Neón o demasiado chillones: Para los expertos, se trata de opciones demasiado llamativas que cortan con la formalidad o seriedad que la elegancia requiere, salvo que se opte por detalles muy pequeños casi imperceptibles.
-Demasiados colores juntos: Para un outfit formal, optar por opciones monocromáticas o de varias tonalidades que respondan a un mismo color es la opción perfecta. Por el contrario, mezclar demasiados colores que poco tienen que ver entre sí, quitan sobriedad y elegancia al outfit.
-Colores desteñidos: Los efectos gastados/usados no son recomendables para un outfit formal.
-Colores que no combinen con el tono de piel o cabello: Para un outfit completamente formal, debe haber una combinación incluso con el propio tono de piel o color de cabello. Esto genera la armonía perfecta para que todo cuadre, según los expertos.
-Tonalidades anticuadas: Si bien no es necesario correr detrás de cada tendencia, es clave elegir colores de temporada sobre todo remitiéndose a la estación del año en la que se encuentre. De lo contrario, optar por los clásicos neutros.