La primavera-verano 2025/26 llega con una paleta vibrante y fresca, marcada por el optimismo y la alegría. Sin embargo, no todos los tonos juegan a favor, ya que algunos quedan relegados por su falta de armonía con el espíritu de la temporada o por lo poco prácticos que resultan cuando sube la temperatura.
Uno de los grandes desplazados este año es el negro intenso, un clásico que, si bien nunca desaparece del todo, se siente pesado para los días largos y luminosos. En su lugar, la moda abraza los tonos claros, neutros o pasteles, que aportan ligereza y frescura.
Otro color que pierde protagonismo es el bordó profundo, que remite más al otoño que al verano. Esta tonalidad sofisticada se guarda para noches elegantes o temporadas más frías, mientras que en esta época ganan espacio los rojos brillantes y anaranjados cálidos.
También es momento de dejar descansar a los grises opacos y apagados, que pueden endurecer el look y restarle vitalidad al outfit veraniego. La apuesta va por su versión más clara o incluso por combinaciones que aporten luz y contraste.
Y, por último, aunque parezca raro, el verde oliva militar tampoco será protagonista esta temporada. Si bien es versátil, queda eclipsado por verdes más vibrantes y alegres que encajan mejor con el mood primaveral.