Durante el invierno, la piel del rostro suele sufrir las bajas temperaturas, el viento y la calefacción, que tienden a resecarla y dejarla tirante. No alcanza con aplicar cualquier crema: lo importante es revisar sus ingredientes y asegurarse de que realmente ayuden a mantener la hidratación.
Ingredientes clave para cremas hidratantes en invierno
Para los expertos, uno de los componentes estrella es el ácido hialurónico, famoso por atraer y retener el agua en la piel logrando un efecto de relleno y frescura inmediata. Acompañarlo con glicerina o pantenol también es una buena idea, ya que ambos ayudan a mantener la barrera cutánea protegida frente a las agresiones externas.
Otro ingrediente infaltable en esta época es la ceramida, que actúa como un escudo natural para la piel y evita la pérdida de agua transepidérmica. Además, activos como la manteca de karité o los aceites vegetales ligeros (jojoba, almendra, argán) nutren profundamente sin dejar sensación grasa.
El invierno también resulta ideal para incluir antioxidantes como la vitamina E, que protege de los radicales libres y le devuelve luminosidad a la piel apagada. Y si la crema suma niacinamida, mejor aún: calma rojeces y fortalece la barrera protectora.
En definitiva, no se trata solo de hidratar, sino de elegir fórmulas inteligentes que combinen humectantes, emolientes y activos reparadores. Una buena crema con estos ingredientes será la mejor aliada para llegar a la primavera con la piel suave, flexible y radiante. Ante cualquier duda, es clave consultar con un experto en dermatología que evaluará las necesidades individuales de cada piel.