Con la llegada de la primavera, los jardines florecen y los balcones se llenan de color. Como las plantas son muy beneficiarias para la salud ahora podrás tener todas las que quieras en tus macetas de cemento.
¿Qué estás esperando? Es más fácil de lo que imaginás ¡y este tipo de macetas duran una eternidad! Sólo necesitás algunos materiales esenciales.
Primero, lo primero. Elementos necesarios: 2 recipientes de plástico (uno más grande que el otro), aceite antiadherente para cocinar, tubos de PVC de 2.54 cm, guantes, cemento, espátula y hoja grande de plástico. Y si preferís otro tono que no sea el gris, también necesitarás color para cemento.
Paso 1. Manos a la obra.
Cubrí con aceite para cocinar el exterior del recipiente de menor tamaño y el interior del más grande.
Paso 2. Hacé los agujeros de drenaje.
Toda maceta debe tener sus agujeros así el agua de riego puede salir. Para ésto, cortá al menos dos o tres piezas de tubería de 2.54 cm, con una altura mínima de 2 cm.
Paso 3. Prepará la mezcla de cemento.
Con los guantes puestos, mezclá el cemento siguiendo las instrucciones del paquete, hasta conseguir una mixtura cremosa. Si querés otro color que no sea el gris, este es el momento para que lo agregues.
Paso 4. Crear el molde.
Verté 5 cm de la mezcla dentro del recipiente más grande, siempre y cuando quede espacio para que el contenedor pequeño pueda caber sin problema.
Ahora también deben colocarse los tubos para los agujeros de drenaje, sin que queden cubiertos por el cemento y es recomendable antes, que le pases aceite así pueden quitarse fácilmente cuando la maceta esté terminada.
Paso 5. Colocá el recipiente pequeño en el interior del grande.
Con mucho cuidado, colocá el recipiente pequeño sobre el cemento dentro del contenedor grande, aplicando presión hacia abajo.
Paso 6. Agregar más cemento.
Para ir terminando con el molde, agregá la mezcla de cemento que resta en el espacio entre ambos contenedores, suavizando la superficie con la espátula.
Paso 7. Dejá reposar.
Ahora que está todo casi listo, hay que dejar reposar entre 24 y 48 horas para que el cemento se endurezca y se fije bien.
Pasado este tiempo, retirá sólo el contenedor más chico.
Paso 8. Últimos detalles.
Cubrí la maceta, que aún está en el recipiente grande, con un pedazo de plástico, golpeando el fondo suavemente con la palma de tu mano hasta separar la maceta del contenedor, aprovechando a limpiar el resto de cemento que queda.
Paso 9. ¡Tu maceta está lista! ¿Cómo vas a decorarla?