Ir con looks con los que parece que acabás de salir de la cama es por fin tendencia. Desde el 2014, las tendencias que vinieron se inclinaron en la mayoría de los casos por la comodidad.

Primero estuvo el normcore (alrededor del 2014), después el athleisure (viene de athletic: atlético + leisure: ocio), un paso lógico construido por joggins, buzos y remerones del normcore, pero demandando el uso frívolo de ropa deportiva. Desde principios de año, otro término se apareció entre los instagramers: bathleisure. Que podríamos definirlo como el uso recreacional de elementos de baño, ya sean batas y toallas.

La tendencia actual apuesta también por la comodidad y responde a un comportamiento millennial muy arraigado: el de salir menos y quedarse en casa viendo series con un pijama o una maxi remera.

Así nace el sleepleisure, que saca la ropa con la que deambulamos por casa al exterior. Rescata las remeras XXL del athleisure y le da un nuevo giro al no buscar ahora parecer que salimos del gimnasio, sino que recién nos levantamos.

Camisetas anchas, joggings, camisones, medias, remeras de algodón, cárdigan, babuchas destalonadas, abrigos tipo bata, camisas pijameras, bodies; todo vale.

La moda de vestir en el día a día en pijama no es, desde luego, algo nuevo, pero el que este año firmas como Chanel, Stella McCartney y Mansur Gavriel hayan vuelto a apostar en sus propuestas primavera-verano 2019 por esta moda demuestra que el athleisure fue un paso más allá.

Se trata de un gesto normal que sirve como respuesta al nivel de estrés laboral que vivimos y la necesidad que tenemos de estar en casa disfrutando de una buena serie.

Una nueva ocasión en la que transformar el vestuario para dormir en una declaración de moda surgida al calor de las redes sociales: si todo se comparte, ya nada es íntimo. Ni siquiera el color del pijama con el que nos acostamos.

¡Sumate a la nueva tendencia!