Como cualquier novedad culinaria que se precie, la nueva incorporación al recetario “millennial” llega con un nombre que conquistará a los expertos en gastronomía del siglo XXI: “Cheese tea”, una nueva bebida que, como su predecesora, el café rosa, está llamada a arrasar en Instagram.

En esta ocasión, se trata de un brebaje que se prepara base de té (normalmente negro, oolong o verde), que se culmina con una generosa espuma de queso elaborada con nata montada, leche, azúcar y sal. Este sutil sabor hace que la amargura del té se enmascare y se pueda disfrutar de una bebida suave sin necesidad de añadir otros edulcorantes.

El invento en cuestión viene de los puestos de comida de Taiwán, desde donde saltó a China y al resto del mundo. Fue el país asiático donde se hizo instagrameable, gracias a Heytea, donde se formaban colas de hasta tres horas para poder hacerse con uno. Es más, se tuvo que limitar la venta a dos vasos por personas para evitar la reventa. Era 2017 y esta exitosa bebida todavía tenía que saltar al otro lado del charco y aterrizar en Los Ángeles para ser conocida en Occidente.

Como muchas propuestas gastronómicas, para tomar esta bebida hay que seguir un ritual. Se puede saborear bien mezclando ambas elaboraciones o bien  de sus ingredientes por separado. Si se prefiere esta segunda opción, es recomendable inclinar el vaso, dejar primero que pase la parte del té helado, para después tomar un poco de espuma de queso y mezclarlo en la boca.

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