La moda masculina vive uno de sus resurgimientos más inesperados. Se trata de los "Hedi Boys", que no solo vuelven a poner en foco prendas del pasado, sino que están marcando el ritmo cool en redes sociales y calles por igual. Inspirada en la estética del diseñador Hedi Slimane, esta tendencia mezcla rock, rebeldía y una actitud despreocupada que capta la atención de quienes buscan salirse del uniforme urbano oversize imperante.
Hedi Boys
"Hedi Boys" no es simplemente un tipo de ropa, sino un estilo de vida, según manifiestan sus seguidores. El nombre tiene raíces en la figura de Hedi Slimane, el diseñador francés que en las últimas décadas revolucionó la moda masculina con propuestas ajustadas al cuerpo y un espíritu andrógino y rockero.
En cuanto al tipo de ropa, la fórmula es tan clara como rebelde. Skinny jeans o pantalones slim, en invierno camperas de cuero tipo biker, botas puntiagudas, gafas negras estilo wayfarer y una paleta de colores que tiende al negro y tonos oscuros; son algunas de las prendas y accesorios elegidos. Aunque la tendencia se viralizó desde TikTok, estas piezas no son solo un guiño retro, sino que son parte de una declaración estética que festeja el pasado indie y lo adapta al presente.
Y, más allá de la ropa, lo que distingue a un Hedi Boy es la actitud despreocupada, rebelde, un poco melancólica y con una pizca de ironía. Quienes se identifican con esta moda no siempre siguen las tendencias actuales como maniobras de branding; en cambio, prefieren mantener sus gustos intactos y, a veces, celebrar una estética que recuerda a los rockstars del pasado con un toque moderno.
Al igual que muchas tendencias virales, los Hedi Boys se convirtieron en fenómeno tanto dentro como fuera de las pasarelas digitales. Desde chats de moda hasta debates en comunidades online, esta estética encendió conversaciones sobre identidad, nostalgia y autenticidad en el vestir. Y, aunque algunos consideran que es solo un revival pasajero, su impacto en el armario de parte de la Gen Z sugiere que algo del estilo Hedi llegó para quedarse.
Fuente: GQ.