Rosario Central dio vuelta un partido sumamente complicado y sumó tres puntos muy importantes, en lo numérico y en lo anímico, ante Gimnasia de La Plata y por la fecha 21 del torneo de primera división. Perdía desde temprano y jugaba con diez, pero dio sobradas muestras de carácter, ganó con justicia 2 a 1 y se metió en puestos de clasificación a la Copa Sudamericana.  

Los canallas caían ante el Lobo por el gol de madrugada de Brian Alemán al minuto treinta segundos de juego, pero Walter Camacho lo igualó a los 36' del complemento y Germán Herrera puso cifras definitivas a los 40'.

El capitán centralista Marco Ruben fue expulsado por el árbitro Echenique a los 15' del segundo tiempo por pisar a un rival, por lo que el éxito llegó cuando el equipo de Montero no tenía en cancha ni a su goleador ni a Teo Gutiérrez, que no jugó por suspensión.

Con estos tres puntos, el auriazul suma 31 y desplazó transitoriamente a Talleres y Lanús de la zona de clasificación al certamen continental. Enhebró así su tercera victoria consecutiva y ya hace seis encuentros que no pierde. El Lobo, por su parte, quedó noveno y cayó tras ocho presentaciones.

Los goles


El por qué

Central sacó a relucir todo su coraje en una noche que puede ser fundacional para sus aspiraciones futuras. Le demostró a todos y se demostró que tiene material para vencer a cualquiera, incluido un rival calificado como Gimnasia (llegaba de ocho juegos sin tristezas) y con diez hombres.

Fue el que lo buscó siempre, ya que el tempranero gol del Lobo (una sutil definición de Aleman tras una floja cobertura defensiva canalla apenas iniciado el juego) lo obligó a tomar las riendas del encuentro. Y sometió a su adversario al tiempo de no dejarle ninguna posibilidad de administrar con tranquilidad su diferencia.

En el primer tiempo contó con varias chances claras, como un cabezazo en el travesaño de Musto, otro remate externo del casildense que atajó Arias y una volea de Camacho que el golero devolvió sobre su palo derecho. El Mens Sana inquietó poco y nada de contra.

En el segundo tiempo, la expulsión de Ruben no disminuyó la intensidad centralista; más bien, todo lo contrario. Y la ventaja numérica de Gimnasia no se sintió: Musto corrió más que nunca, Leguizamón y Pinola defendieron mano a mano y aportaron lo suyo para que Camacho y Herrera dieran vuelta la historia. Y llenaran de orgullo e ilusión a las tribunas del Gigante.