Gerardo Martino está a punto de dirigir su segundo Mundial. El entrenador rosarino, que tuvo su primera experiencia con Paraguay en 2010, dirigirá a México doce años después de aquel debut. Ahora, atravesado por las críticas, el Tata encara la recta final hacia su debut frente a Polonia el martes 22 con ilusión: "Que México haga la mejor Copa del Mundo de su historia", deseó.

Este miércoles a las 17 (hora argentina), México jugará su penúltimo amistoso antes del debut en la Copa del Mundo. Su rival será Irak en un partido que se disputará en Girona, España. En este duelo, el Tata no mostrará sus cartas y lo dejó claro en la previa: “No necesariamente lo que se vea mañana sea lo que se verá ante Polonia”.

Y agregó: “No va a ser un partido en el que se pueda ver al equipo del debut”.

Sobre su presente, el Tata dijo: "Estoy feliz de haber llegado al final de un proceso, habiendo cumplido el objetivo".

De todos modos, esa felicidad está atravesada por las críticas para el seleccionador azteca porque la prensa da por confirmada la ausencia de Santiago Giménez, delantero del Feyenoord.

“A veces, la explicación que se encuentra es la que menos se apega a la realidad. La realidad es que Santi es el goleador de la Europa League, pero tiene muy pocos minutos, juega muy de vez en cuando”, dijo Martino.

Finalmente, hizo mención a las dificultades del fútbol mexicano para ser competitivo: “Sin debate estamos estacionados en que la culpa es del entrenador”, dijo. Y apuntó a la pocos mexicanos en el fútbol de elite: ¿Por qué tenemos tan pocos jugadores en Europa? ¿Por qué tenemos tantos extranjeros en la Liga? Hay que revisar el negocio y lo futbolístico".