El rosarino Ángel Correa celebra su más reciente éxito en España, tras coronarse campeón siendo figura del equipo que conduce Diego Simeone. Sin embargo, detrás de esa felicidad se asoma una tragedia familiar que el futbolista decidió hacer público: “A mi hermano mayor lo mataron en Rosario cuando yo tenía 12 años y el segundo se suicidó”, contó el delantero del Atlético.

Y agregó: “Fue un golpe muy duro para la familia, uno trata de buscarle explicaciones pero nunca la va a encontrar”, dijo en Radio La Red.

Por eso, el argentino decidió llevarse a parte de la familia a vivir a España: “A mi vieja la traía de vez en cuando a Madrid, pero a la semana la veía triste, extrañaba Rosario”

Y agregó: “Yo le decía cargándola, ‘te gusta el quilombo, te gusta escuchar los tiros’. Ahora por suerte me la traje y ya hace un par de años que vive acá conmigo. Ella pelea contra el cáncer, es una guerrera”.

El delantero de la selección argentina contó que buena parte de su familia está con él en Europa: “Después de que falleció mi segundo hermano le dije que viniera para España y se vino con mis hermanos más chicos a estudiar y trabajar”

Somos 8 hermanos y mi vieja. Éramos 10 hermanos en total, pero los dos más grandes fallecieron. Mi papá también. Allá en Rosario quedaron mis hermanas más grandes, mi abuela y mis tíos”, agregó el ex futbolista de San Lorenzo.

El día que lo bendijo Francisco

 

En su etapa como juvenil en el Ciclón tuvo un encuentro con quien luego sería Papa. Correa tomó la confirmación con Jorge Bergoglio: “Yo vivía en la pensión de San Lorenzo y un día estábamos por ir todo al colegio y llegó un allegado del club diciendo que iba a venir un cura fanático de San Lorenzo a bautizar y confirmar a los que todavía no lo habían hecho”.

Finalmente, añadió: “Después no lo volví a ver porque cuando le llevaron la Copa Libertadores yo ya no estaba en el club”.