El crack de Boca Juniors Carlos Tevez admitió este jueves que a fin de año podría abandonar el club, pero también "dejar de jugar", por lo que dejó en suspenso su futuro como futbolista, en medio de las versiones de una millonaria oferta del fútbol chino.

"No sólo puedo irme, también puedo dejar de jugar. Esa es la verdad, lo pienso, y cuando tenga una decisión tomada se la voy a comunicar al hincha de Boca", aseguró en una conferencia de prensa que brindó en la previa del superclásico con River Plate, el domingo próximo.

El delantero xeneize aceptó que está "saturado" por todo lo vivido a lo largo del año, pero dijo que no tomará "decisiones apresuradas" y que definirá su porvenir "con la cabeza fría".

"Sé de la oferta de China, haré lo que sea mejor para mí, para mi familia y para el club. No es momento para tomar decisiones, cuando tenga vacaciones lo pensaré bien y una vez que tome la decisión, volveré a sentarme acá y lo diré", dijo sin dar pistas sobre lo que vaya a resolver a fin de año.

"Ahora tengo un quilombo bárbaro en la cabeza: estoy pensando en el partido del domingo, luego en Colón y después me caso", resumió.

Enseguida, insistió en que sus declaraciones de hoy no representan "ni un adiós ni un retiro", porque de momento no tiene "nada en la cabeza" sobre el futuro de su carrera.

Luego aclaró que para la determinación de seguir o no en Boca, o bien dejar de jugar, "no va a influir en nada" el resultado del domingo ante River, como tampoco "cómo termine el equipo en la tabla de posiciones" en dos fechas cuando concluya la actividad de este año.

Pese a entregar un panorama incierto, Tevez aseguró que la camiseta de Boca lo hace "feliz" y el sólo hecho de ponérsela cada partido lo "motiva a seguir jugando".

"Pero uno también se va replanteando si está haciendo las cosas bien para el club que tanto ama. Lo que tengo que definir es algo muy personal, no es algo que el club o el hincha me puedan dar. El amor que siento por Boca es lo que me mantiene hoy en el club, sino ya estaría en mi casa", explicó.

Al momento de profundizar el cansancio que reconoció previamente, el "Apache" evaluó la manera como se vive el fútbol en Argentina. "Si ganás, podés salir a la calle con tus hijas; y si perdés, te tenés que esconder o 'cagarte' a trompadas con alguno que te insulte. Hace mucho años, cuando me fui a Brasil, había dejado un fútbol argentino más civilizado".

Finalmente, consultado sobre el partido con River, el delantero de Boca aseguró que "los clásicos son siempre partidos muy duros y hay que jugarlos de tal forma".

"Cuando el rival dice que el otro llega en un mejor momento, como pasa ahora con River, es para sacarse presión. Entonces si pierde no pasa nada y si gana es algo heroico. Ellos tienen una semana complicada porque después tiene que jugar la final de la Copa Argentina, pero no comparto que eso sea más importante que el clásico. Ambos partidos son importantes para ellos", entendió.

"Ahora parece que la Copa Argentina -el campeón se clasifica a la Libertadores 2017- es la Champions", exageró antes de terminar con una conferencia que dejó en estado de alerta a todo el club.