La Fábrica es el nombre del nuevo bar que abrió sus puertas en el barrio de Pichincha, en calle Catamarca 2941. El emprendedor detrás del proyecto es Federico Martínez, quien a su vez es el creador de la marca de cerveza Ánfora, el gin Delirante y el Vermut Conejo Blanco, tres bebidas con las que supo hacerse un lugar en el sector gastronómico y que ahora apunta a comercializar en este espacio propio, levantado sobre un galpón y decorado como un estilo rústico y de tipo "garage".

En diálogo con Ecos365, Martinez señaló que su apertura estaba pensada desde antes de la pandemia y que la irrupción de la misma demoró los planes por lo que pudo concretarla recién a finales de abril de este año. "Nosotros teníamos ubicada la fábrica de cervezas y destilería en este lugar. A su vez contábamos con un espacio para catas y era mucha la gente que nos preguntaba cuándo íbamos a sumar un bar así que era una idea en la que veníamos trabajando hace tiempo", explicó el emprendedor.

El espacio estuvo varios meses en obras hasta ponerlo a tono y hoy abarca 50 cubiertos pero tiene capacidad para ampliarse y, de hecho, el propio Martinez contó que organizaron un evento donde asistieron 250 personas por lo que no descarta sumar más mesas y sillas a futuro. La carta, por otra parte, está centrada en el tapeo y entre las opciones se pueden encontrar desde chipás, hasta cazuelas de aceitunas, de quesos, bastones de muzarella y papas con cheddar.

Martinez contó que comercializan una sidra artesanal que se fabrica en El Bolsón y trabajan marcas reconocidas dentro del rubro como Aperol, Campari, Fernet y Gancia. En cuanto a las bebidas producidas en La Fábrica, además del gin tonic y el vermut rosso de la casa, ofrece los clásicos estilos de cerveza Ánfora: blond ale, irish red, apa, ipa, american stout, belgian, golden strong y brown ale, además de algunas variedades especiales que fabricarán solo para venta exclusiva en el bar.

El espacio abre sus puertas de jueves a sábados desde las 19 hs hasta la 1 de la mañana, mientras que los otros días Martínez y sus socios se centran en cubrir la producción. Sobre esto último, detalló que los clientes tienen la posibilidad de recorrer la fábrica detrás para conocer un poco más sobre el proceso de fabricación de las tres marcas, algo que consideró un diferencial con respecto a otros bares de la ciudad.

"Si bien Pichincha tiene muchas propuestas de este tipo, queremos transmitir la idea de que no es un bar más, de que acá la gente viene y consume lo que se produce en el lugar y puede conocer más sobre cómo producimos todo lo que después vendemos. Buscamos acercar una experiencia similar a la de las bodegas, donde la gente va y toma el vino del lugar, eso mismo pero con nuestras fabricaciones y desde Rosario", sostuvo el emprendedor.