Desde la cámara que nuclea a las industrias lácteas se busca mantener un encuentro con el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti. La idea de los empresarios es destinar una cantidad de productos para los segmentos de menores recursos económicos y que el resto quede fuera de la órbita del control del programa Precios Congelados.

Señalan que con este sistema las fábricas trabajan a pérdida y buscan negociar con el Gobierno nuevos montos y volúmenes, según informó Bae Negocios.

En un contexto donde el Gobierno busca frenar la suba en los valores de venta al público en alimentos sensibles para la canasta básica, los empresarios lecheros apuntan a generar una mesa de consenso con el oficialismo, preocupados por la brecha entre los costos de producción y el valor de venta al público de los lácteos, que es de 20%.

"Entendemos que el Gobierno necesita controlar precios, pero en el mediano y largo plazo no da resultados", señaló a BAE Negocios el presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL) Ércole Felippa. El directivo también reconoció que la caída del poder adquisitivo del salario es un obstáculo para esta recomposición. "Si hubiera que trasladar todos los costos a la góndola, no se podría.

Por el lado de la producción, habrá un incremento de casi 5% en relación a 2020, de acuerdo a estadísticas privadas. Los tamberos tuvieron una recomposición en el precio de la leche, que se ubicó sobre el 70% en el último año. La exportación empezó a cerrar un año con números favorables, tanto en cantidades despachadas como en ingreso de dólares y es la que tracciona el crecimiento.

Las exportaciones de la cadena láctea aumentaron u$s 165 millones entre enero y septiembre. En ese período, los despachos acumularon u$s 931 millones, un 17,8% más en relación al mismo período de 2020. Medido en litros, el crecimiento fue de 4%, con 2.000 millones de litros equivalentes. Con este ritmo de operaciones, el año puede finalizar con ventas por 3.000 millones de litros equivalentes.