Este miércoles vence el segundo plazo del blanqueo de capitales para la construcción, y tan sólo quedará un mes más para concretar la operación, pero hasta ahora se abrieron únicamente 1000 cuentas bancarias. Mientras en el Congreso buscan prorrogarlo por cuatro meses, apuntan contra el impuesto a las grandes fortunas y las subas de bienes personales y ganancias como principales detractores.

Cabe recordar que la Ley de Incentivo a la Construcción Federal Argentina y Acceso a la Vivienda, como legalmente se llamó al blanqueo, fue promulgada el 12 de marzo. Sin embargo de entrada tuvo problemas, porque demoró más de un mes en ser reglamentada. Allí se dejó establecido que quienes blanquearan dinero dentro de los primeros 60 días pagarán un impuesto especial del 5% del monto sincerado. Ese primer plazo, venció el pasado 9 de mayo, mientras que el segundo tramo finaliza el 9 de junio. La alícuota asciende al 10%, y escala hasta el 20% para aquellos que ingresen al régimen hacia el final de los cuatro meses que durará el total del blanqueo.

Pero los desarrolladores consideran que el mensaje del Gobierno es poco claro, ya que por un lado perdonan impuestos y por el otro te los aumentan. Encima cada vez son más fuertes los rumores de que el impuesto a las grandes fortunas no sería por única vez, sino que continuaría el año que viene, como suele ocurrir con cada gravamen que inicialmente se presenta como excepcional. Además, la situación económica y epidemiológica no ayuda, y los inversores prefieren quedarse con el dinero.

La semana pasada ingresó al Congreso un proyecto de ley que lleva la firma del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y del titular del principal bloque de la oposición, Cristian Ritondo, que busca extender el blanqueo por cuatro meses. Lo que piden los desarrolladores es que a la par, se bajen los impuestos a las obras en construcción y se les otorgue beneficios fiscales a quienes compren propiedades para, luego, ponerlas en alquiler.