Comerciantes obligados a cambiar controladores fiscales: la Provincia estudia financiamiento

Se estima que en Santa Fe deberán cambiarse cerca de 30 mil aparatos para cumplir con las exigencias de AFIP. Cada uno cuesta unos $150 mil

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Un tema que preocupa a los comerciantes es el de la obligación de modernizar los controladores fiscales. Después de tres años de prórroga, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) no volvió a prorrogar los plazos y desde mayo ya es obligatorio contar con nuevos equipos. Sin embargo estos aparatos tienen un costo elevado para algunas pymes y hay ciertas demoras en las entregas, por lo que la Provincia está trabajando en una serie de medidas al respecto.

El controlador fiscal es una impresora (de marca homologada por AFIP) que dispone de una memoria interna en la que se registra y almacena la emisión de comprobantes, y es utilizada por comercios minoristas, cajas de los supermercados entre otros puntos de venta. Este aparato permite a la AFIP realizar auditorías, pero desde hace tiempo el organismo está pidiendo su renovación por otros de nueva tecnología.

Con la pandemia y la crisis económica, la medida se fue postergando, hasta que finalmente quedó firme la resolución que obliga a su renovación. Se estima que en la provincia de Santa Fe implica un recambio de entre 25 mil y 30 mil controladores. Y como en todo el país se está exigiendo lo mismo, la demanda de estos equipos se disparó y existen demoras prolongadas en las entregas.

La provincia cuenta con la ventaja de tener a la empresa Kretz como una de las productoras, además de otras importadoras, sin embargo preocupa las dificultades para el ingreso de componentes importados. “Hicimos un trabajo con cámaras de comercio para armar una mesa provincial y aceitar relaciones con Kretz y System para estar al tanto del stock y tiempos de entrega”, dijo Juan Marcos Aviano, secretario de Comercio Interior de Santa Fe.

Ante la gran demanda, y las dificultades de importación mencionadas, admitió que resulta muy complicado conseguir los equipos antes de los 30 o 35 días. Además está el problema del costo de los mismos, que está en torno a los $150 mil, cifra difícil de alcanzar para algunos pequeños negocios que viven al día.

Ya existe una línea de financiamiento del Banco Nación, mientras que Santa Fe trabaja en el armado de otra provincial, que involucraría al Banco Santa Fe, pero que todavía no está definida. Mientras tanto se espera que la AFIP no salga con todo a controlar a los comerciantes, que en muchos casos buscan la manera de cumplir con la normativa, pero se encuentran con un contexto que no ayuda.

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