Cómo piensa el hombre que apuesta fuerte por la revolución digital del agro

Carlos Becco, reconocido profesional del mundo agropecuario, habló con Ecos365 sobre las innovaciones y cambios que afronta el sector. Probar, aprender y no claudicar, son pilares claves para lo que viene. ¿Por qué con el actual modelo de agricultura no hay futuro?

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Carlos Becco es un apasionado del sector agropecuario. Quienes lo conocen saben bien de su incesante espíritu proactivo y de sus visiones sobre las posibilidades que brindan las herramientas tecnológicas que han ido apareciendo en las últimas tres décadas, convirtiendo a los productores argentinos en grandes protagonistas de un cambio histórico.

Términos como “eficiencia” y “productividad” cobran cada vez más preponderancia en un mundo ávido por alimentos que inevitablemente será más demandante en los próximos años. Sin embargo, si de desafíos se trata, los principales países productores como el caso de Argentina deberán “aggionarse” a los nuevos tiempos, considerando a la sustentabilidad como una consigna emblemática de lo que vendrá. Hacia allá va la producción y Becco lo sabe.

Por eso, considera vital la adaptación a las nuevas tecnologías e introduce un concepto que utilizó para titular su libro: “la revolución digital del agro”. En diálogo con Ecos365 desarrolla las principales ideas de un momento histórico que tiene al conocimiento, como una de sus “patas” primordiales.

- ¿La revolución digital del agro está en marcha?

- Sin dudas. Estamos viviendo una revolución digital del agro y vamos transitando un proceso que, al igual que otros, lleva tiempo. Yo digo que es una revolución porque las revoluciones son sorpresivas y no tienen nada que ver con procesos prolijos que cuenten con fecha de inicio y final. En estos casos hay cosas impredecibles y no sé cómo va a terminar o impactar esto en cada una de las áreas, pero los cambios están y se dan a una velocidad llamativa.

Los avances tecnológicos son cada vez más y el agro va incorporándolos.

- ¿Y qué se necesita para subirse al tren de la revolución?

_ En primer lugar, se necesita una actitud proactiva, estar abierto a numerosas tecnologías que tiempo atrás no teníamos idea. Yo soy ingeniero agrónomo y han cambiado muchísimos los contenidos que yo estudié en comparación con los actuales. Por eso considero, en primer lugar, que es necesario tener voluntad para readaptarse. Rodearse de personas capacitadas y ser receptivo a la hora de escuchar, son características importantes. Hoy estamos hablando cada vez más de información satelital, georreferenciación y muchas variables que no estudiamos en la facultad. Cómo vamos a saber lo que está pasando si no hago un esfuerzo en prepararme y capacitarme. No tengo que ser un experto, tengo que entender y prepararme. Tengo que probar y no tenerle miedo a eso. Yo siempre pongo el mismo ejemplo: UBER. Cuando lo usé por primera vez no tenía idea, tuve muchísimas dudas, pero lo hice y el servicio funciona a la perfección. Valoro mucho a las personas mayores que prueban y no tienen miedo. Probar, aprender, intentar y no temer, son requisitos o condiciones absolutamente necesarias para ser parte de la revolución.

- ¿Por qué Argentina suele ser pionera en materia de transformaciones en el agro?

- En Suecia, Suiza o Estados Unidos, donde alguien está confortable y no hay necesidad de estresarse porque la vida seguirá bien de todas formas, no se plantean cambios probablemente. Sin embargo, en un país como Argentina donde el ambiente es permanentemente belicoso, donde hay que estar atento a lo que viene y donde puede fallar todo en cualquier momento, creo que uno está obligado a innovar y probar. De manera cautelosa, pero intentarlo. Y si mi vecino encuentra una manera de hacer un negocio diferente, corro el riesgo de perder competitividad. Cuando estas con el agua al cuello, hay que salir a probar cosas para revertir la situación. Por eso Argentina creo que tiene tanta aceptación a la innovación, con un productor que prácticamente por necesidad busca innovar.

Cambiar para mejorar

“Yo creo que una de las grandes oportunidades que tiene la revolución digital en el agro es el cambio”, remarca Becco a este medio. Precisamente, la preservación del ambiente y el suelo representan ejes esenciales de la transformación. “Aquí juega un rol clave la digitalización, donde se puede medir y aplicar en cada porción de terreno lo que verdaderamente necesita”, explica. Y rememora: “la manera en la que hemos producido durante muchos años apuntó a producir mucho y lo único que importaba es la cantidad. De hecho, hoy muchos productores hablan de rinde, pero vamos hacia un mundo en donde lo que importará, además de la cantidad, es la eficiencia. Ser sustentable y cuidadoso no solamente con el tamaño, sino con las formas”.

Para los apasionados del agro, el libro de Carlos Becco es una material de consulta obligatorio.

-Con esta revolución, ¿cuál es el futuro de la agricultura?

- Cada vez que me hacen esa pregunta, yo respondo con una reflexión: de la manera que estamos haciendo agricultura no hay futuro. Es así. Este modelo de hacer agricultura, consumiendo más agua de la disponible, contaminando el suelo y siendo riesgoso para el medio ambiente, no tiene futuro. Yo fui parte de eso, viví contento, pero hay que cambiar. Si vamos hacia un precipicio, el hecho de caminar más lento no es la solución. Hay que ir para otro lado. En agricultura hay que hacer eso, se puede seguir produciendo ya no cuidando el suelo, sino mejorándolo. Necesitamos una agricultura que permita entregar un campo, a nuestros hijos o nietos, en mejores condiciones que las que había cuando lo recibimos nosotros. No sé si vamos a ver el gran cambio, pero debemos sembrar la semilla y contar que es posible.

Sincero, capaz, proactivo, analítico y soñador. Así puede describirse a Carlos Becco, que seguirá desparramando por los campos un solo mensaje: se puede (y se debe) producir mejor.

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