Controles a exportación de alimentos: empresas deberán avisar un año antes a quién le venderán

Para analistas se trata de algo imposible de prever, lo que dejará fuera de juego a muchas compañías y habilitará una mayor discrecionalidad

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La Resolución 60/2021 del Ministerio de Agricultura estableció más controles a la exportación de carne, granos y lácteos a través del Registro Único de Operadores de la Cadena Agroalimentaria (RUCA). Entre otras cosas obliga a los empresarios sin planta a “presentar un plan de trabajo proyectado para el próximo año, con detalle de mercadería a exportar, volúmenes, proveedores y destinos”. 

Este filtro oficial establece la obligación de aquellas firmas de empresarios que compran un producto a otra firma, porque tiene un cliente en el exterior interesado en ella, de avisar 12 meses antes a quiénes les venderán productos. Para analistas se trata de algo imposible de prever, lo que dejará fuera de juego a muchas compañías y habilitará una mayor discrecionalidad a la hora de evaluar esos planes.

Además, para mostrar solvencia, “los interesados (en exportar) deberán informar, detalle de cuentas bancarias con las que opera, movimientos bancarios de los últimos 6 meses y líneas de financiamiento otorgadas por las entidades informadas”. Se trata de una información ya está en poder del Banco Central y alcanzaría con sólo cruzar datos entre los organismos.

También hay una superposición en otro punto que se exige a los exportadores “sin planta”: una constancia de ingresos de divisas, del último año, para el caso de haber realizado operaciones de exportación. A partir de esto, el RUCA, que es administrado por la ex ONCCA, “evitaría maniobras especulativas de las empresas exportadoras que están obligadas a ingresar sus dólares comerciales al país, en plazos establecidos y a valor del “oficial”, según el sitio Bichos de Campo.

Sin embargo, esa exigencia ya se estableció a fines de 2020, cuando se dejó en claro que no podía figurar en el registro ningún operador si el BCRA informaba que debía liquidaciones de divisas. A partir de ellos se suspendió a Díaz & Forti, la cerealera que manejaba a fasón las instalaciones del grupo Vicentin, y a la que se dio de baja del RUCA por supuestamente deber unos u$s400 millones comerciales que debía canjear por pesos en el mercado único de cambios.

A partir de ahora, cualquier exportador deberá figurar en el RUCA, pero también en el registro de exportadores e importadores de la Aduana, debe estar debidamente registrado en AFIP y atravesar todos los controles del Senasa.

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