Del barrio al centro: madre e hijas apostaron por lo dulce y abren su segundo local en Rosario

Decidieron fusionar sus saberes en un proyecto familiar que plantó sus raíces en la zona norte y ahora toma vuelo con un nuevo local en una esquina céntrica de la ciudad

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Estela Aspiazú y sus tres hijas, Clarisa, Luisina y Agostina están detrás de Monsieur Bleu, un emprendimiento gastronómico que unos años atrás plantó bandera en la zona norte de la ciudad, con un local ubicado en Avellaneda y Marcos Paz. A prueba y error y luego de muchas horas de cocina, la familia supo reinventar el negocio y ahora se animaron a dar un importante paso con la apertura de un nuevo espacio en la esquina de Alvear y San Luis.

En palabras de Estela, el objetivo es llevar al centro rosarino una oferta de comidas "variadas" y con una "calidad diferencial" para apostar a destacarse en una zona que concentra gran cantidad de propuestas gastronómicas y marcas de peso dentro del sector. En su carta se destaca la pastelería, con algunas innovaciones propias en lo que refiere a opciones dulces, panadería y platos saludables para el almuerzo.

"Monsieur Bleu nació hace seis años, cuando con mi hija Luisina, que es pastelera, empezamos a cocinar y a hacer envíos a domicilio. Primero usábamos solo la cocina y después nos fuimos profesionalizando, instalando mesadas y hornos especiales para poder fabricar a mayor escala. Finalmente, un día nos decidimos a buscar un local para alquilar y abrir al público", contó Aspiazú e Ecos365.

A poco de andar se sumó Clarisa, quien estaba viviendo en México y regresó al país para incorporarse al emprendimiento familiar como cocinera y por último Agostina, encargada de administrar las redes sociales de la marca y todo lo referido al marketing digital.

Las pastelería es uno de los distintivos de Monsieur Bleu.

 

Así fue como en el año 2016 inauguraron su primer local sobre Avenida Avellaneda, donde tuvieron una muy buena recepción por parte de los vecinos del barrio que visitaban a menudo el negocio para disfrutar de una torta o café. Las recomendaciones boca a boca y las redes sociales impulsaron su llegada y así fue creciendo el nivel de clientela, algo con lo que, según Estela, aprendieron a lidiar a fuerza de "tropezones y aprendizajes".

"Mis hijas y yo somos personas muy trabajadoras, pero también nos ayudó mucho con la organización mi yerno Rudchey, el novio de Luisina, que está a punto de recibirse de contador. La verdad que apostamos mucho en este proyecto, invertimos todos nuestros ahorros para abrir este primer local, incluso pidiéndole prestado dinero a amigos que pudimos devolver después de asentarnos bien el rubro", explicó la emprendedora.

Nuevos horizontes

Tiempo atrás, la idea de expandirse con un segundo local aparecía como una posibilidad muy lejana para la familia de Monsieur Bleu. Es que según Aspiazú, problemas como la inflación y el encarecimiento del dólar afectaron al sector donde algunos insumos y materia prima como el cacao son importados. Si bien los costos se elevaron, también creció la creatividad de las emprendedoras para innovar con nuevas recetas y productos de más fácil acceso.

"A la pastelería le sumamos pastas caseras que empezamos a vender en el local. También armamos una carta que incluía almuerzo ejecutivo y cenas con opciones acotadas pero diferentes. Ahora tenemos un menú ampliado, agregamos más tortas, frutas, verduras y otras cosas", contó Estela y añadió que entre las especialidades de la casa se encuentran: galletas con maracuyá y chocolate blanco y de chocolate negro con frutos rojos.

El emprendimiento también tuvo que enfrentar la pandemia, donde madre e hijas debieron hacer incorporaciones como un packaging especial para trasladar los envíos y servicio de entrega a domicilio. Si bien los primeros momentos fueron cuesta arriba, finalmente salieron fortalecidas de este contexto y con el envión para animarse a una nueva apertura en Rosario.

Entre las opciones saladas se destacan las hamburguesas con panes especiales.

 

"Tenemos restricciones del 50% en el local de Avellaneda entonces empezamos a pensar cómo hacíamos para ocupar a todos los chicos que teníamos trabajando con nosotras y nos gustó la idea de abrir un nuevo espacio. La idea es que funcione sin mozos, donde la gente pueda servirse por su cuenta y ser atendida en la barra y con runners que limpien las mesas, un nuevo formato que está en auge", explicó Aspiazú. 

Así fue como apareció la posibilidad de alquilar una vieja casona en la esquina de Alvear y San Luis, con lugar para doce mesas y donde, en un principio, se servirán desayunos, almuerzos y meriendas. "Va a haber un montón de ofertas dulces y saladas, tartas, ensaladas, un plato de carne, sandwichería, papas, pizza y hasta menúes vegetarianos pero, sobre todo, pensamos ir ajustando las propuestas a lo que nos pidan nuestro nuevos clientes", señaló la emprendedora y aseguró que la inauguración se dará en los próximos días.

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