Desarrolladora con fuerte presencia en Rosario es investigada por la Justicia de Nueva York

Se la acusa de no haber cumplido con el pago de los intereses de una serie de Obligaciones Negociables lanzadas en 2017. Ya había recibido denuncias similares

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La desarrolladora inmobiliaria TGLT sumó un nuevo juicio en su contra en los tribunales de Nueva York. Ya contaba con uno por no haber cumplido con el pago de los intereses de una serie de Obligaciones Negociables (ON) que lanzó en agosto del 2017 y que vencen en el mismo mes del 2027.

La empresa que en Rosario cobró notoriedad por sus desarrollos en Puerto Norte ahora fue demandada ante la Justicia norteamericana por el fondo inversor Ayres Argentina Mater Fund Limited.

Concretamente, el fondo alega "pagos de intereses perdidos" sobre u$s4 millones de notas subordinadas convertibles con vencimiento el 3 de agosto del 2027. Se trata de un reclamo similar por el cual ya tuvo un fallo adverso y que se inició tras una denuncia presentada por la Merking Family Foundation (MFF) y Tennembaum Living Trust (TLT).

Las demandantes consideran que el 18 de agosto del año pasado deberían haber cobrado u$s900.000 por intereses sobre esas ON, pero que finalmente no recibieron porque el directorio de TGLT entendió que no era lo que correspondía porque los títulos habían sido convertidos en acciones.

TLT había comprado ONs por u$s15 millones, mientras que MMF llegó a los u$s3 millones. De acuerdo al contrato, debían haber recibido u$s750.000 y u$s150.000 respectivamente. Sin embargo, TGLT modificó los términos del acuerdo para poder reestructurar una deuda por u$s150 millones en ON que logró culminar en diciembre del año pasado.

El fondo Ayres Argentina Mater Fund Limited, que invierte en empresas de Argentina y del resto de América Latina con dificultades financieras apostando por una recuperación, ahora se sumó a la demanda.

Hasta ahora, la Justicia de Nueva York había dejado sin efecto la pretensión de los demandantes de que se había emisión original la empresa violó el acuerdo por entender el contrato de fideicomiso no se aplica, ya que las ON convertibles se emitieron a través de una colocación privada, y no por medio de una oferta pública.

Además, determinó que el umbral de conversión obligatorio no era en sí mismo un término esencial del contrato original, rechazando de esta manera las afirmaciones de los demandantes de que, al enmendar el umbral de conversión obligatorio, el contrato suplementario había afectado términos esenciales contenidos en el acuerdo original.

Pero a la vez, rechazó el pedido de TGLT de desestimar la prosecución del reclamo de los demandantes sobre el presunto error en la determinación por parte del Directorio de la sociedad que resolvió que se había alcanzado el umbral necesario de conversión obligatoria de las ON convertibles.

TGLT no para de sumar denuncias. En julio del 2020, la CNV abrió un sumario a partir de un inusual movimiento de acciones de la sociedad que, en solamente cuatro días, pasaron de un volumen promedio de 500.000 papeles a 5 millones, llevando el precio de $3,50 que costaban el 21 de julio de ese año, a un pico de $12,95, para colocarse por estas horas en torno a los $6,40, equivalentes a 0,05 centavos de dólar, según el precio actual del Contado con Liqui (CCL).

Incluso, durante los meses de mayo, junio y julio el volumen de su acción aumentó de manera notoria con respecto a los meses anteriores. Algo similar ocurrió en febrero del año pasado, cuando cerró un canje por el cual pasó de 80 millones de acciones a 925 millones de acciones ordinarias que mayoritariamente fue suscripto por sus acreedores que, en gran parte eran los mismos accionistas mayoritarios como IRSA o el New York Mellon Bank, entre otros.

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